Capítulo 5: Una ruleta llamada vida.

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Tras todo esto solo quedaba una opción, y era vivir, ¿Con que objetivo? Aún no lo había descubierto, pero el amor y el deporte, no me sonreían..

Parecerá algo un poco estúpido lamentarse por el deporte, pero siempre considere ello como una parte fundamental de lo que yo era y significaba. Así que cada decepción deportiva dolía incluso mucho más que cualquier otra decepción.

Pero después de cada día lluvioso viene uno brillante y soleado ¿No es asi? Es donde comienza una de las mejores etapas que he vivido jamás.

Cómo había mencionado antes, logré muchos cambios en mi vida gracias al deporte y la filosofía, así que eso me hizo reconocido en mi ecosistema social, las personas solían hablar mucho respecto a mi pensamiento, así que empecé a conocer muchas más personas a base de hablar sobre política, filosofía e historia, me postulaba casi para cualquier acto cívico de nuestro colegio, y también en cada descanso acompañaba grupos diferentes de personas.

Me sentía en mi salsa, entrenaba duro todos los fines de semana, y entre semana era el centro de atención en cada debate o charla, he de decir que no solo era yo, sino un grupo de personas que considere amigos durante mucho tiempo, quienes siempre teníamos una polémica opinión o algo que decir en cada clase, debate o actividad.

A base de eso fui invitado a múltiples eventos sociales, a los que asistí a pesar de tener problemas con mi familia, los profesores me querían y a decir verdad, siempre conseguí ayuda y apoyo en ellos.

¿como fue posible cambiar mi vida de una forma tan drástica? Nunca fui una persona popular, ni atlética, mucho menos era el inteligente del salón, pero eso cambió de un momento a otro, pese a ser todo lo que nunca pensé ser, terminé siendolo y me agradaba, era totalmente lo que me hacia sentir vivo.

Fiesta tras fiesta fui descubriendo lo que era el romance y el alcohol, cosas pasajeras pero que sin duda dejan algo placentero de lo que sentirse orgulloso, bailar, brillar, hablar, saber de lo que eres capaz cada noche.

Aún siendo un pésimo bailarín, nunca deje de animarme a sacar a bailar la chica que me parecía atractiva, la charla hizo lo que el baile no, y afortunadamente, el tiempo y los lugares me enseñaron a bailar y cogerle el gustillo a hacerlo, la vida a pesar de ser una ruleta gigantesca es una gran maestra.

Me enseñó que las mujeres, el alcohol y los amigos. no están para siempre, pero la vida era un poco gratificante cuando pensaba que si estarían.


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⏰ Última actualización: Sep 11, 2021 ⏰

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