A traves de las rejas

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Jamás creyó que los elfos fueran tan fríos, no después de la primera y muy hermosa impresión que le dio el rey Elrond siendo tan hospitalario, ahora se encontraba con elfos más peligrosos. El reino de Thranduil era hermoso y enorme, para encontrar a sus amigos le tomara un tiempo y otro más buscando la manera de sacarlos y aquello era frustrante.

Los días pasaron, con trabajos encontró comida para él, durmiendo donde podia pasando frio, no sabía si los enanos habían comido en todo el tiempo que había pasado o si estaban bien, aquello le preocupaba. Había recorrido gran parte del reino pero aún no daba con los enanos y empezaba a sentirse culpable, si no se hubiera distraído buscando su anillo estaría con ellos y tal vez eso sería mejor, no estaría solo y estaria con Thorin, al pensar eso se reprimió así mismo y siguió caminando por los pasillos formados por largas raíces.

Llego el día que dio con las celdas y empezó a buscarlos emocionado, hasta que escucho sus voces, esas voces que al inicio eran molestas, ruidosas y rasposas, hora le sonaban a la melodía más hermosa que había escuchado en su vida y eso era mucho considerando que estuvo "viviendo" en el reino de los elfos.

-¿Cuentos días han pasado?.- La voz de escudo de roble resonó en todo el lugar.

-No lo sé, perdí la cuenta.- Respondio Nori.

Thorin se sintió frustrado, se sentó en un rincón de la celda y pensaba ¿Que había pasado con Bilbo?, tal vez ahora si los había dejado, pensó, si se fue, es mi culpa, siempre lo traté mal, no lo respeté, nunca le dije que tan importe era.

Se escuchaban pasos, pensó que eran los elfos que hacían sus guardias, le parecía ridículo, nadie podría escapar de esas celdas.

-¿Thorin?.- Al escuchar su voz, se sintió extraño, entre aliviado y enojado, feliz y triste, tantas emociones juntas.

-¿Bilbo?.- Pregunto escéptico, miro a la reja y vio su bello cabello castaño rojizo y lo vio más pálido, un poco mas delgado, haciendo que se preocupara.

-Shhh, no alces la voz, los gurdias podrían estar cerca.- Se hacerco a su celda.- Que bueno que los encontré, aún no encuentro la forma de sacarlos pero en cuanto lo haga vendré por ustedes.

-Bilbo.- Se paro y se hacerco a las rejas.

-¿Que?.-Thorin lo tomo a traves de las rejas y lo jalo hacia las mismas, hacercandolo más a él, lo abrazo con incomodidad por culpa de las rejas pero disfruto de ese contacto. Bilbo sintió lo mismo, alivio tras ese abrazo un tanto incomodo y extraño pero muy cálido.

-Crei que me habías dejado.

-No lo haría ¿Recuerdas? Les dije que los ayudaría a recuperar su hogar.

-¿Solo volviste por eso?.- Lo dejo de abrazar, lo tomo por los hombros y lo miro a los ojos.

-Si.- No, pensó, pero como le expresas a un rey, aún sobreviviente de guerras, un líder, a alguien con tantos títulos y muy intimidantes, que lo amas, que tienes un sentimiento tan cursi, tan banal.

-Bilbo, quiero decirte algo.- Su mirada era profunda, sincera, con rastros de nervios.-Yo me e...

No pudo seguir hablando, a lo lejos se escuchaban a los guardias y tuvo que soltar al hobbit. Bilbo lo miro y con tristeza se fue, ocultándose para que pudiera ponerse el anillo. Los días siguientes hacia visitas recurrentes a todos sus amigos, dándoles esperanza. En aquellas visitas Thorin le guardaba comida y se la entregaba al igual que otros de sus amigos todo fuera para que Bilbo estuviera fuerte para ayudarlos, además de que sabían que parecía cual raton roendo las cosas para comer.

En una de sus exploraciones encontró donde guardaban los vinos y licores, y con ellos la que sería su lugar de escape, después de tanto tiempo por fin tenía todo lo que necesitaba para sacar a sus amigos, ahora solo faltaba que el lugar estuviera vacío y sabia que el día siguiente sería la mejor opción, ya que tendrían una fiesta ante la luz de la luna y podría robar las llaves del guardia.

A traves de las rejas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora