𝘚𝘩𝘰𝘳𝘵 𝘚𝘵𝘰𝘳𝘪𝘦𝘴 [♡] ; 𝘝𝘰𝘭𝘬𝘸𝘢𝘺

OO2 ; ❝Fresas❞

Ambientada en los 70s

Viktor amaba los viernes, era el único día de la semana que los padres de Jack no estaban en casa hasta el domingo por temas de negocios aunque estaba seguro que era más como una escapada para que ambos puedan pasar a ver a sus amantes y prepararse para compartir otra torturosa semana de nuevo. Jack era incluso más listo que él así que sabía de la existencia de esa teoría y decía apostar su libro favorito que era cierto. No era doloroso para él, realmente no le importaba nada de eso, repetía varias veces que los cambiaría por un boleto para un concierto de Elvis Presley.

El camino se hizo largo a pesar de ir a paso rápido, ya estaba algo cansado y el caluroso día no ayudaba mucho.

Por fin estaba parado frente a aquella casa pintada de blanco con toques marrones de dos pisos y ventanas siempre con cortinas cerradas que extrañamente eran de florecitas. Viktor no iba a decir nada ya que temía que Jack las quitase.

Se acercó y tocó el timbre junto a unos pequeños golpes al pedazo de madera

—Llegas tarde, mis padres se fueron hace más de media hora. No quiero pasar el día con un impuntual -el pelinegro estaba en el marco de puerta cruzado de brazos, al escuchar el sonido del timbre solo le bastó unos segundos para abrir

—Yo también te extrañe -se burló Viktor colocando sus brazos entre la cintura del más bajo

—Aquí no idiota, vamos a mí habitación -lo jalo del brazo, sin antes cerrar la puerta, a dirección a su habitación que quedaba en el segundo piso

Ya dentro empezaron la sesión de besos. Ambos estaban descargándose de una semana sin darse uno. Sus labios se necesitaban, se deseaban, eran perfectos a ojos de los adolescentes.

Viktor se aferró fuerte al sentir como Jack trataba de separarse para tomar un poco de aire

—Pude sentir que antes estuviste comiendo fresas, eso es bastante lindo -dijo colocando su rostro en el hombro del americano

—Ayer escuche como le decías a Freddy que te gustan las fresas -hizo una pausa para respirar correctamente- tengo más fresas en la cocina, podríamos ir por ellas si quieres

Viktor levantó la vista, sabía exactamente a dónde quería llegar su amado novio. Sonrió coquetamente y asintió

Bajaron a la cocina y Jack fue el que llevo el plato con fresas frescas de nuevo a la habitación, Viktor ya estaba impaciente viendo el meneo de caderas que daba a propósito el más bajo mientras subía las escaleras

Al llegar Jack se quitó su camisa corta y se echó en el colchón, solo bastó unos segundos para que Viktor estuviera encima. Tomo una de las fresas y la colocó en su estómago, el ruso sonrió y empezó a besarlo en la zona donde se encontraba aquella fruta.

El moreno se tapó el rostro tratando de no emitir algún sonido aunque no duró mucho porque Viktor ya estaba llegando hasta su cuello dejando mordidas notables en su piel

Ambos estaban deseosos de el calor de sus cuerpos por fin juntos luego de aquella larga espera. Viktor continuó su recorrido con unas manos yendo en sentido de los pantalones apretados del pelinegro.

Para ambos esa fue una buena recompensa bastante merecida, estaban satisfechos y no dejaban de sonreír torpemente cuando sus miradas se encontraban

—Jack, eres tan hermoso -dijo dejándole un beso en la frente- Te amo más de lo que piensas

—Y eso me asusta un poco -confesó desviando su mirada- aunque... de alguna forma me gusta

—Vamos dilo

—volvió su vista hasta el ruso con una sonrisa nerviosa- No creo que sea necesario

—Oh vamos bebé, dilo -insistió poniendo sus manos encima de las del pelinegro

—Te amo -soltó por fin acercándose para darle un beso que fue correspondido

Al separarse se dispusieron a seguir descansando lo que restaba de día (que no era mucha)

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