Synopsis

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El ambiente era gris con un cielo demacrado, como si se partiera a pedazos, sutilmente, la gélida brisa de la mañana se coló por las grietas de las persianas verticales

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El ambiente era gris con un cielo demacrado, como si se partiera a pedazos, sutilmente, la gélida brisa de la mañana se coló por las grietas de las persianas verticales. Sus piernas se entumecieron; y su mano deambuló latentemente hasta su rostro, tallando con frustración uno de sus ojos. Himiko Toga, se despertó de nuevo mirando hacia el techo de su habitación, con su cuerpo firmemente; acurrucado entre las cálidas sábanas azules de su cama. Bostezó con cansancio preguntándose nuevamente "¿Por qué se sentía tan insignificante?" Sentía que algo le hacía falta; que no encajaba ni siquiera en su propia vida, incluso, en su familia sentía que no pertenecía allí. 

La obligaron a reprimir su retorcida perspectiva; con juguetes rosas, libros revueltos en cómo volverse una estúpida dependiente de un supuesto príncipe azul, maquillaje pomposo que nunca usó y ropa más extravagante de lo necesario. Inútiles caprichos aburridos, pesadamente, rutinarios

             Pronto el recuerdo de las sábanas cálidas; se volvió algo distante, ahora solía despertar en una habitación casi vacía y descolorida; con un solemne frío abrumador, prácticamente, incesante

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             Pronto el recuerdo de las sábanas cálidas; se volvió algo distante, ahora solía despertar en una habitación casi vacía y descolorida; con un solemne frío abrumador, prácticamente, incesante. Sus cobijas blancas muy delgadas hacían que su cuerpo se adormeciera en los días más fríos; usualmente, esos días eran constantes.

Meses antes de su graduación, su ideología de normalidad se había retorcido. Odiaba tener que fingir una sonrisa inocente, tener que guardarse sus comentarios para no ser señalada prejuiciosamente, intentó ser la chica perfecta que todos querían. Procuró deliberadamente, reprimiendo su personalidad cínica; hasta que, lamentablemente, acabó quebrando más su convicción, no era suficiente. Todo dejó de tener importancia. No notó ni siquiera en que momento había dejado de ser ella misma. Cada vez, su mirada clavada, fija en esa mujer extraña, en ese reflejo; de esa persona frente a ella que no reconocía ¿De que servía aparentar? Un espectáculo muy egoísta. Realmente, trató de encajar; de llevar una vida normal y ser una niña normal.

Pero, Himiko no era feliz. Aquellas cosas que a ella le fascinaban; no eran bien vistas por la sociedad, lo que realmente pensaba; no debía de ser mencionado, lo que en realidad sentía; no sería escuchado por nadie. Si su vida tenía que estar llena de desilusión y tristeza, entonces, no necesitaba seguir el concepto de lo que la gente consideraba "normal" solo para ser aceptada.

No importaba nada. Ella quería ser feliz, aún con lo que ello implicara. Riesgo. Comprometió su futuro y presente, derramó la sangre de un inocente, solo por saciar un funesto deleite, pervirtiendo perpetuamente su criterio. El éxtasis se acumuló en su boca; tintada de escarlata. La infelicidad de esos que la reprimieron, provocó que su camino se desviará y se volcara en un choque de emociones encontradas, luego de un asesinato. La niña razonable y educada que habían conocido una vez, ya no volvió a ser la misma ese día.

Su padre negó cualquier relación con ella, sus amigos también; esos que se atrevió a llamar "amigos" repudiaron su nombre, porque se convirtió en lo que más temían; una psicópata con una enfermiza fascinación al sabor de la sangre. Si, cada uno de ellos sabía que ese momento llegaría, sabían perfectamente que se convertiría en el ser más vil y despreciable que alguna vez imaginaron. En el fondo, incluso ella, también lo sabía y lo había estado esperando desde hace mucho tiempo.

 En el fondo, incluso ella, también lo sabía y lo había estado esperando desde hace mucho tiempo

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           Y desde entonces, se había despojado a si misma de sus propias comodidades. No se lamentaba de ello, pero, extrañaba dormir en una cama cálida. Toga había empezado a dormir menos, hasta finalmente, ser sosegada por el insomnio; ganando así, un conjunto de círculos oscuros de bajo de sus penumbrosos ojos dorados. Terminó siendo una integrante de la liga de villanos por su deseo de seguir los pasos de aquella persona; a la que veía con admiración.

           Siempre, rondando por ahí. Dando vueltas en los callejones más solitarios, hasta el amanecer, cuando el movilizarse por las calles era complicado. Regresaba a aquel escondite, resguardado y frío. Conservando sus preciosos trofeos —frascos con sangre— en una habitación de tantas. Sin embargo, los días; parecían volverse más largos. El aburrimiento comenzaba a hacerse un problema, como si aún le faltara algo. Una vida aburrida y sumergida en la monotonía; era su peor condena.

          Trastornos, aberración, abyección, protervia. Locura. Pensamientos enfermos rondaban su mente, retorcido, escenarios retorcidos que en su mente abundaban. Infectada con la locura de su pasado y presente. Lujuria, el placer de transpirar libido. Como una viciosa droga, se había vuelto dependiente a ella. Se moría por dentro. Su sonrisa, la mentira más cruel que sus labios podían esbozar. Su piel, la injuria manchada con sangre. Su cuerpo, el recipiente contaminado de morbosidad. Y al igual que cada uno de ellos que había asesinado y tachado de renombre. Ella buscaba ocultar algo, su mirada afligida, su cuerpo demacrado, sus mejillas húmedas en llanto, su nociva conciencia.

──☣⌇;Filthy Night | sʜɪɢᴀᴛᴏɢᴀ & ᴅᴀʙɪᴛᴏɢᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora