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La ventana estaba abierta y entraba un atisbo de viento, lo suficiente para refrescar aquella habitación, una habitación de hospital que albergaba un ambiente demasiado tenso junto con un chico moribundo y una chica esperando a su lado.

Allí estaba yo, sentada sobre aquel sillón incómodo al lado de la cama mientras veía la televisión, mientras a ratos echaba un vistazo a el chico, lleno de chupones y vías. Se me partía el alma verlo así, pero me hubiera partido más si no estuviera aquí. Dormía plácidamente por la anestesia de la operación, ojalá yo que desde todo pasó no he podido dormir nada.

Apoyé mi codo sobre la barra de la camilla mientras veía la televisión, hasta que una mano atrapó la mía, apretándola suavemente. Aparté mi vista para mirarle, y ahí estaba, mirando nuestras manos.

—Me has asustado inútil.— Empecé a soltar lágrimas una detrás de otra, no sabía si eran de felicidad o de miedo, pero ahí estaban, adornando mi rostro.

—Ya está, no pasó nada.— Y agarró con la otra mano mi cara para secar las lágrimas salientes de está, yo me acurruqué en su mano mientras él seguía limpiándome mientras acariciaba mi mejilla. Puse mi mano con la suya para poder sentir más su mano, si eso era posible.

—Dra-Draken yo...

—Ken, dime Ken.

—Ken, tenía mucho miedo.

—¿Miedo de qué? Eres invencible.

—Miedo de perderte a tí.— Tanto el como yo pasamos de mirar nuestras manos para mirarnos fijamente.

—Voy a seguir a tu lado.— Pasó de sujetar mi mejilla para llevar su mano a mi cuello, y acercarlo poco a poco hacia su cabeza, donde en la frente depósito un tierno beso mientras yo seguía llorando.

Al separarnos él seguía mirándome fijamente mientras yo solo intentaba recuperar la compostura. Odiaba sentirme indefensa ante alguien, aunque fuera ante él.

—Takemicchi te ha pegado lo llorón eh.— Dijo riendose ligeramente mientras que yo solo pude soltar una risa. Echaba de menos eso, aunque solo habían sido horas, me habían parecido días.

Pasaron un par de horas en el que estábamos tranquilos, entreteniendonos con cualquier cosa y hablando de cualquier tema pero mi cabeza quería atar un cabo que tenía pendiente y no veía la situación para decírselo.

—Ken, tenemos que hablar de algo.

—Sí lo sé, supongo que no se puede evitar más ¿no?— Empezó a mirar el techo pensativo.

— Lo de la otra noche...— Dije haciendo una pequeña pausa para suspirar.

—¿Te arrepientes?— Dijo siguiendo mirando el techo, solo poniendo una semblante seria pero cómoda.

—Claro que no, fue increíble... Solo que no sé si es muy rápido. No es lo mismo un par de besos que tener sexo.— Dije mirándole a esos ojos pensativos.

—¿Porqué no nos dejamos llevar, a ver que sucede?— Entonces me dedicó su mirada, para después sonreírme mientras alzaba el pulgar hacia arriba.

—Esta bien, pero sin drakencitos de por medio.— Dije riéndome.

Se abrío la cortina que cubría la parte de la habitación de Draken, mostrando a un Mikey, Baji y Chifuyu asombrados y a punto de estallar en carcajadas. Empecé a hacerle una magistral competición a un tomate mientras Draken amenazaba de muerte con su mirada a sus amigos.

—¿Desde cuando llevan escuchando?— Dije frotándome el tabique de la nariz aún sonrojada mientras que los chicos estallaban en risas.

—La última frase, pero fue más que suficiente.— Dijo Mikey mientras se apretaba el estómago de dolor al reírse tanto.

efímero ; draken x tú | EN PAUSA POR BLOQUEO LITERARIO ;(Donde viven las historias. Descúbrelo ahora