Plot twist

Un reto más a última hora, porque me gusta vivir al límite o algo así, yo no sé. Tenía la idea pero las ganas de escribir me llegaron en el último minuto y ala, ha salido esta cosa medio rara que si os saca una carcajada, me doy por satisfecha. Yo me he reído mucho escribiéndolo, así que está bien.

Mil años sin escribir Riren y aquí estoy, escribiendo esto y el capítulo 21 de Poesía eres tú. En fin, ojalá os guste ♥

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Eren no podía creer que tuviera tan mala suerte.

Al parecer, al universo no le bastaba con hacer que trabajara para la persona más exigente, seria y arisca sobre la faz de la Tierra. Tampoco era suficiente que dicho jefe fuera extremadamente apuesto; porque, en efecto, a sus veintitrés primaveras, Eren estaba enamorado de su jefe, un hombre quince años mayor que él que disfrutaba regañándolo por cada error que cometía.

En absoluto era suficiente mala suerte estar enamorado de su superior, al parecer, porque lo habían elegido de entre toda la plantilla para acompañarlo a la Convención Mundial de empresarios chinos que se celebraba en Londres. Solos. Durante tres días.

Aquello parecía una historia cliché escrita por una jovencita que fantaseaba con hombres sufriendo por amor. Porque eso es lo que estaba sintiendo en ese instante, en el asiento del avión, a más de diez kilómetros de altura: sufrimiento.

Su jefe, Levi, el hombre que protagonizaba sus sueños y más carnales pensamientos, estaba sentado a escasos centímetros de distancia, con ese impecable traje gris a medida que se ajustaba a la perfección a su figura. Joder, la vista era extraordinaria, y no se refería al paisaje de nubes de algodón que veía por la ventanilla.

El vuelo duraba varias horas y pronto sintió la necesidad de ir al baño. Pero para ir al baño tenía que atravesar el pasillo, y para eso tenía que pasar por delante de Levi; sus piernas iban a rozarse al pasar, sus cuerpos quedarían muy juntos...

—Necesito ir al baño —musitó.

Levi levantó la vista de su tablet, lo miró un segundo y se puso de pie para dejarle espacio. Vaya, no había pensado en eso. Tenía más sentido apartarse por completo y así evitar la incómoda situación de sus piernas rozándose.

Estúpida imaginación de enamorado. ¿En qué estaba pensando?

Cuando salió del cubículo del retrete, de repente, el avión se tambaleó con violencia.

—Habla la capitana Suzy Garrett —se escuchó por megafonía—, les informamos que vamos a atravesar una zona de turbulencias. Por favor, permanezcan en sus asientos y sigan las instrucciones del personal de cabina. Gracias por su atención.

Mierda. Mierdamierdamierda. Odiaba viajar y una de las razones eran las turbulencias. Y es que era propenso a marearse con las sacudidas. También lo pasaba fatal en los barcos.

Corrió a su asiento, pero al llegar, antes de que Levi pudiera levantarse, una turbulencia hizo que cayera sobre él.

—¿Se encuentran bien? —Un azafato se acercó a ellos.

En ese momento, Eren entró en pánico. Se apartó como si su superior quemase y susurró palabras de disculpa, muerto de la vergüenza.

—No se preocupe —dijo Levi, apartando las piernas para que Eren pudiera pasar.

Estaba tan avergonzado que no prestó atención a la sensación de sus piernas rozándose. Se había caído encima de Levi y no había podido evitar la tentación de respirar su perfume y acariciar la suavidad de su traje.

¿Cómo había podido excitarse por ese mínimo acercamiento?

Se hundió en el asiento y evitó la mirada de Levi durante el resto del vuelo, deseando encontrar un paracaídas y lanzarse de aquel avión.