El pacto se rompe gracias a una doncella inesperada en la casa de los Phantomhive, haciendo que las cadenas se suelten, dejando ver un bello rostro detrás de la capucha, miradas se cruzan con asombro y determinación, el destino ha forjado una nueva...
-¡Oh Hades!, el dios que se enamoró de aquella que trae la primavera, el nacimiento de cada retoño floral, más este amor causó gran calamidad-
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El olor exquisito del té caliente recorría en el aire, los árboles frondosos adornados con su verdoso follaje meciéndose con elegancia por el viento, el perfumado aroma de las flores adornando el jardín del palacio real.
Una elegante mesa pequeña para tomar el té de la tarde estaba ubicada en el centro del jardín alrededor tres sillas ocupando espacio para que las damas invitadas tomaran asiento en estas, una mujer de edad adulta con cabellos canosos haciendo honor a su vejez, bebía el liquido caliente en una taza de porcelana fina con diseño de flores en la parte baja del objeto.
*(N/E: aquí me baso en la apariencia y la actitud de la reina del manga)
El mayordomo de la Reina se acerco haciendo una reverencia.
-Majestad, la Princesa esta aquí —le informo, la dama asintió con la cabeza—
La anciana sonrió al escuchar dichas palabras, separando la taza de sus labios la poso sobre el pequeño plato de porcelana.
Una joven fémina entro siendo escoltada por el mayordomo, con una capucha blanca con bordes dorados, el gorro cubría su cabeza mantenía la mirada baja evitando hacer contacto visual con alguna persona, llegando donde se encontraba la mujer de mayoría de edad sentada en una silla apreciando la belleza del gran árbol que la arropaba con su sombra.
Detuvo su andar quedando a unos metros de distancia de la dama real.
-Saludo a la Reina de Inglaterra —recogiendo el borde de su vestido realizo una elegante y fresca reverencia —
—aceptando el saludo asintió con su cabeza con una sonrisa en labios— Bienvenida Princesa T/N —le brindo dichas palabras con simpatía— Es un placer al fin conocerla —poso su abanico sobre sus labios —
-El placer es mio su Majestad —coloco su mano en su pecho expresando su sinceridad—
—a Victoria le causo agrado el comportamiento de la joven morena— Por favor toma asiento querida —señalo la silla con su abanico —
T/N obedeció a las palabras de la Reina, tomando asiento en la silla siendo ayudada por el mayordomo con caballerosidad.
-Creo que sabes porque estás aquí —hablo la reina—
