embarazado de un tonto ¡𔘓! wonki

sixteen.

Riki abrazaba el cálido cuerpo de Jungwon, sin intenciones de separarse de éste, su exquisito aroma lo estaba embriagando más por la ausencia que había provocado extrañarlo, había decidido no ir a trabajar en ese día para quedarse más tiempo con ambas personitas que amaba, quitando por hecho de que su padre lo regañaría por haber faltado al trabajo que le daba la mínima importancia, sin embargo, aquella mañana que en ningún momento quiso despertar fue afectado por el sonido de su celular con una llamada entrante. Quería ignorarla, pero Jungwon estaba comenzando a despertar y no quería interrumpirle su sueño, ya que era muy adorable dormido. Tomando el teléfono de mala gana, rodó los ojos al ver de quien se trataba pero decidió contestar por educación.

— ¿Qué quieres? Te dije que no te quiero ver en mi vida —. Sunhee había gritado enojada por el mal trato en que le contestó Riki.

Volviendo a hablar de forma clara, para el Alfa no era ningúna buena noticia lo que le estaba diciendo y justamente cuando estaba tan concentrado en su Omega, y en su pequeña hija recién nacida, le estaba sacando de quicio sin importarle que Sunhee fuera de su familia, contestó: — No Sunhee, Jungwon es mi Omega y iseul es la tuya, ¿queda claro? Ahora sacrificate tú por ella —. colgó sin dejar que la Alfa protestara.

— Kinnie ¿qué pasa? —. Jungwon se levantó tallando sus ojitos como si fuera un pequeño bebé, había escuchado los gritos desesperantes de Sunhee implorando ayuda a su novio. Riki se alzó de hombros, olvidando aquello, besando cortamente sus labios.

— Nada importante, iseul ayer dio a luz a su hija y Sunhee quiere que la cuide... — Jungwon no conocía a la dichosa iseul, solo a Sunhee por ser de la familia pero no le daba buen gusto que su Alfa cuidara de una Omega desconocida. — tranquilo, podrá ser mi prima, pero yo ya hice mucho por ella y solo me ha traido problemas, me quedaré aquí contigo.

— Tal vez deberías ir, ella te necesitará más que yo —. evitó mirar a Riki directamente para no sentirse culpable de lo que dijo.

Los brazos del Alfa le estaban rodeando la cintura apresándolo contra su pecho, volteandolo obligando a que lo mirara.

— No amor, tú eres mi prioridad, ellas se pueden ir al demonio y si te quejas seré más duro —. chocó sus labios contra los del Omega, ignorando los golpes que Jungwon le estaba dando para separarse, poco a poco se estaba rindiendo; correspondiendo más al beso, dejándose llevar por las leves caricias que el Alfa le estaba proporcionando. Y es que a Riki le estaba más que gustando tocar la piel suave y blanca de su Omega por debajo de la gran polera que dejaba en descubierto sus muslos.

Abandonando sus labios, el ambiente se había puesto mas intenso, ocupándose de chupar el delicado cuello blanquecino, dejando en sí pequeñas marcas rojas.

— Ahh... Kinnie —. trataba de retener sus jadeos sin éxito, el olor a manzana conbinado con el aroma a coco proveniente de él, se estaban combinando, sus lobos gritaban por la inmesa necesidad de tener cerca del uno al otro, Riki estaba comportándose para no sobrepasarse pues Jungwon todavía estaba siendo delicado con la gran cicatriz que marcaba su cuerpo y el cual quería evitar lastimarlo.

Sin duda no contaban con un pequeño conveniente, los llantos de Jisoo comenzaron a escucharse fuertemente, Jungwon como el buen Omega que era, empujó a un Riki necesitado hacia el suelo, corriendo hasta la habitación de la pequeña que no estaba tan lejos, la bebé se estiraba desesperadamente a pesar de tener un cuerpo tan pequeño, cargando a la criatura la pequeña seguía llorando con más fuerza. Riki llegó segundos después quitándole a Jisoo de sus brazos, aunque la arrullara ella no quería calmarse, intentaron darle de comer pero la pequeña rechazó la leche, su pañal estaba limpio y la preocupación de ambos por ser padres primerizos los estaba inquietando tanto.