8.- DONGHAE

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A veces los caminos no se cruzan y cuando no se cruzan es porque el destino así lo quiere. Y ante eso no puedes hacer nada, o tal vez si, algo como resignarse, si, esa era una buena opción.

Las caminos que él tendría que cruzar parecían fáciles pero la verdad era otra esos caminos eran más difíciles de cruzar que cualquier otro camino y él lo sabía más que otra persona.

Él sabía que tarde o temprano eso pasaría pero nunca pensó que pasaría tan rápido.

Cuando Eunhyuk le comenzó a decir que tenía el permiso de su mamá para visitarlo al terminar el semestre, era algo que en vez de alegrarle, le deprimía. Quiso sonar lo más normal que pudo para no preocupar a Eunhyuk. No quería romper la ilusión de él, no quería romper sus ilusiones. Y su mejor opción fue cortarle el teléfono antes de que no pudiera morderse más la lengua y terminara soltando la verdad  que tanto quería ocultar.

Donghae no aguanto más, se recostó en su cama después de cortarle la que sería la última llamada que haría con él, con esa persona especial que aún no podía creer que era suya, pero que pronto dejaría de serlo, para ser la persona especial de otra persona, que si supiera amarlo como é lo merecía, que le diera ese cariño y ese juntos para siempre que él mismo le había prometido a Eunhyuk y no le podría cumplir. Con esos pensamientos rondando su cabezo se quedó dormido.

Un mese….

Había pasado un mes y el aún luchaba, luchaba por ese amor, luchaba por esa persona que aún le esperaba, aunque él desease lo contrario.

Luchaba por cumplir su más sagrada promesa, por cumplir ese SIEMPRE JUNTOS.

Era su cuarta semana internado, era esa cuarta semana que sentía que el alma se le iba pero tenía que aguantar. Tenía que ser fuerte.  

Hace bastante tiempo que había dejado de asistir a clases su enfermedad se empezaba a agravar hasta que llego el punto donde ya no podía salir del hospital. Le había avisado a su mamá que él estaba enfermo y que la necesitaba, su madre que en realidad era su tía, pero que lo había criado desde pequeño desde que su mamá falleció, estaba ahí junto a él. Ambos esperando ese momento cúspide del final de esa luz que aún se negaba a marcharse.

Esa cuarta semana en la que Donghae no resistía más y pido papel y lápiz, y comenzó a escribir aquella cruel pero necesitada despedida.

Querido Eunhyuk.

Hola, amor. Tal vez solo debería decirte Eunhyuk, si, aunque suene algo frio, creo que es mejor.

Hola Eunhyuk, vaya. Ahora es cuando todo lo que había formulado en mi cabeza hace 5 minutos desapareciera así de la nada. Por donde comenzamos amor, disculpa. ¿No te molesta, verdad?

Sé que te debo mil disculpas y un millón de perdones. Pero después de este espero entiendas, que no quería verte llorar o sufrir por mí, eso me lastima me duele, más que mi enfermedad.

Mi enfermedad.

Desde aquí partimos, supongo que cuando leas esto es porque por más que luche no pude resistir y me rendí, me rendí al destino, me rendí ante la vida, me rendí ante todo. Absolutamente  a todo, pero ahora que te escribo esto quiero decirte que estoy eso dicen los médicos, estoy tranquilo. Pero te extraño y mucho. No te imaginas cuanta falta me haces.

Cuando leas esto lamento decirte que será tarde para vernos.

Será tarde para darnos un abrazo o darnos un beso, o el simple hecho de vernos.

AMOR ESCOLAR ; eunhaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora