Capítulo 2

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Nathaly

Ya es viernes, día del último timbre eso significa que al sonar la campana ya no habrán más clases seremos libres bueno por así decirlo, e oído a mis compañeras que se irán de viaje, de fiesta, se tomarán un año para entrar a la universidad, hasta que se casarán y en mi cabeza solo pienso que dejaré una cárcel para entrar otra, muchos creerían que estoy exagerando pero no conocen mi vida.

Sigo pensando en mil cosas sentada en el salón de clases, tanto así que no me he dado cuenta que se a llenado casi por completo hasta que llega la loca de Susy y me sacude con desespero.

La miró con caras de pocos amigos– ahora que te pasa?–

–Ya ni pensar se puede–ella se ríe noto que está agitada como si hubiese corrido un maratón–Susan ¿Anastasia ahora que hiciste?–

Suelta una carcajada que trata de ocultarla con la mano–Despues de todos estos años me pude vengar de esa perra pretenciosa de Vanessa–la miró como si le hubiese salido dos cabezas.

–Dime que hiciste ahora mismo– intenta hablar pero la risa no la deja.

Vanessa Mayer es una hermosa chica claro si la belleza le quitará lo odiosa, prepotente,creída y que le gusta hacer sentir mal a las chicas que no tienen el estatus que dice tener la conozco de años ya que tiene tiempo estudiando aquí claro no tanto como yo que creo que tengo 2 vidas aquí y Susy la odia o se odian mutuamente.

–Tenía que vengarme por todo lo que te a hecho, es que no la soporto aveces quisiera decirle la verdad de quién eres para verla como perrito faldero detras de ti–yo suspiro–que la virgen del chocolate nos libre de esa tortura–

Vanessa a hecho mi vida toda una pesadilla desde que ingresó a este internado hace 4 años anteriormente estudiaba en el mismo colegio de Susy pero siempre vivían peliando, cuando Susy le pidió a sus padres venir a este internado a terminar la secundaria para estar conmigo nunca pensó que un año después su peor pesadilla llegaría.

–Ahora si me vas a contar que le hiciste a la innombrable–empieza a reírse como una maniática creo que ya se le Safo el último tornillo que le quedaba en la cabeza.

–Nat tu te acuerdas el tinte azul que compre para pintarnos las puntas del cabello, como nunca nos decidimos lo di por perdido está mañana lo encontré y le cambie la crema hidratante del cabello por el tinte a Vanessa y ahora su lindo cabello rubio es azul–volvió a carcajerse tan duro que todos empezaron a mirarla mal.

Yo solo suspire–Espero que esto no te traiga problemas, sabes que si te acusa con tus padres te dejarán más encerrada que a mí, y sabes que yo vivo mi adolescencia gracias a ti con tus historias–vuelvo a ponerme triste y ella se lanzó a mis brazos para consolarme.

–Tranquila fui un ninja, nadie me vio y no hay pruebas–pasaron 5 minutos entró la profesora de matemáticas, el que hizo el horario quiso hacernos sufrir ya que, quién en su sano juicio coloca matemáticas a última hora un viernes.

Sentimos unas carcajadas y giramos las cabezas a la puerta y hay estaban el trio de maléficas con diferencia que una llevaba el pelo azul, no pude contenerme y empezé a reir junto a Susy.

Vanessa nos miró y camino hasta nosotras y nos señalo con sus dedos con unas con mucho brillo.

–Se que esto fueron ustedes dos– señalando su cabello–Tu–señalo a Susy–Esto lo sabrá el señor Álvarez– luego me miró a mi

–A ti no hay con quién quejarse de tu comportamiento ya que no le importas a nadie, tu tía ni le importas y puedo asegurar que mañana no vendrá para la graduación–así como dejo una punzada en el pecho dio la vuelta y se sentó en su puesto.

La Hija Oculta Del Presidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora