CAPITULO 1

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Todo comenzó el día en que se casaron, ella era la mujer más bella del pueblo y él era el
hombre mejor posicionado de allí, su hermosa novia, ahora esposa atraía las miradas de todos
y él estaba orgulloso de ella, el día de la boda transcurrió sin ningún inconveniente. Él no
pensó nada cuando vio a su querida Elizabeth llorando mientras el cura preguntaba si
aceptaba ser su esposa, puesto que las mujeres eran sensibles y lloraban por diferentes
emociones.

Elizabeth sabía porque lloraba, ella no pretendía casarse con sir Thomas en lo absoluto porque
su amor estaba con Louis, el joven pobre que trabajaba en la panadería local.
Ella tenía que
casarse con sir Thomas porque su padre estaba quebrado y su familia solo dependía de este
matrimonio para mejorar sus finanzas. Louis le había pedido a Elizabeth que huyera con él,
pero ella no pudo dejar su casa y prometido porque eso sería una deshonra muy grande para
su familia.
Después de regresar de la luna de miel Elizabeth continuó viendo a Louis, para Elizabeth era
difícil estar alejada de él, por esta razón todos los días en las mañanas se ofrecía para ir a
comprar el pan para poder reunirse con Louis en las aposentos de la panadería.
Marie su doncella, se percató de que Elizabeth tenía encuentros secretos con Louis y le
informo a sir thomas, de las actividades de su amada Elizabeth, sir thomas no dio valor a las
palabras de la doncella y prefirió ver con sus propios ojos si lo que afirmaba era verdad.
En su carruaje sir thomas todas las mañanas seguía a su esposa con el propósito de corroborar o
desmentir la historia de la doncella que en múltiples ocasiones se le había insinuado. Sir thomas
veía a su esposa entrar a la panadería y al cabo de media hora salir con rumbo hacia su casa,
no fue hasta el día que decidió entrar a la panadería que se encontró con la sorpresa de una
Elizabeth acostada en el regazo de Louis. Sir Thomas empuño su arma y asesinó a los amantes o eso creía él.

Lo que él no sabía era que ellos aún estaban vivos el maldito panadero y su esposa infiel, pero para el rígido sir Thomas todo estaba por dado, en su fuero interno había ajusticiado el crimen cometido contra el.
El amaba a Elizabeth aunque no se lo hubiera confesado ni una sola vez, ella tenía que suponerlo, puesto que él no era un hombre de expresar sus emociones ante nadie.
Elizabeth abrió sus ojos y sintió el líquido cálido corriendo por su cuerpo  además de el olor metálico de la sangre, sí su sangre y la sangre del amor de su vida Louis quien yacía acostado en la cama sangrienta de aquella pobre panadería. Se apresuró para llamarlo entre llantos.
— Louis mi amor, despierta.
Elizabeth estaba histérica y salió por ayuda, encontró al hermano e Louis Robert un hermoso moreno de ojos azules y pelo rizo aunque ahora corto, él se apresuró a ir en socorro de su hermano y preguntó a Elizabeth.
— ¿Estas bien ? ¿Pero qué ha pasado, quién ha hecho esto ?
Elizabeth contestó:
— Ha sido Thomas, él me ha seguido, siento haber puesto a tu hermano en peligro no fue mi intención.
— Lo sé Elizabeth, vamos ayúdame a mover a Louis.
Lo llevaron a la mesa que estaba en medio de la panadería y gracias a los conocimientos de Robert en batalla extrajo la bala del pecho de su hermano y cubrió con vendajes sus heridas.

— Esto debe de ayudar, iré a traer morfina para el dolor, debemos moverlos de aquí, por si sir Thomas quiere volver a comprobar su obra.
— Sí  — dijo Elizabeth — podemos ir a casa de mi tía Martha, ella tal vez nos reciba viví un tiempo con ella y se que nos entenderá.

La tía Martha era una señora muy tenaz, se opuso a un matrimonio arreglado en sus tiempos de juventud, ella entendería la situación de Elizabeth mejor que nadie porque ella había elegido el amor por encima de lo que la familia quería y en aquel tiempo era decir mucho.

— Bien — dijo Robert rompiendo la ensoñación de Elizabeth — estarán en camino mañana a primera hora.
— ¿porque no despierta aún? ¿Es normal? ¿Crees que no sobrevida ? — dijo Elizabeth con preocupación en su rostro y añadió — todo es mi culpa, no debí, yo no debí venir a verlo.
— No te culpes ustedes se aman — exclamó Robert — tu familia no debió imponer el matrimonio con sir Thomas, sé que ustedes se aman mañana estarán lejos, él estará bien, es fuerte, joven y te ama luchará como con todo en su vida. Deja y te miro esa herida en el hombro sir Thomas puede ser un hombre destacado en todo, pero las armas no se les dan bien para tu buena dicha.
Robert revisó el hombro de Elizabeth la bala solo la rasguño, no perforó su carne y está solo necesito curación y un vendaje

Crónica De Dos Amantes ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora