Preñando a las Vírgenes Fértiles

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Clara no solo quería vengarse de sus bullies, sino de todos los que pensaron que eran mejores que ella.

El club de Cuidados del Hogar era uno de ellos. "Un montón de perras remilgosas," Clara murmuro mientras se cruzaba de piernas en su cama. "Piensan que pueden gobernar por ser 'mejores' que yo."

Ella empezó su próximo tweet. Los últimos cuatro habían sido todos sorprendentes. Eric estaba presumiendo en Twitter como sus bullies, Bree y Allison, eran ahora sus putas. Él estaba jugando, obviamente, ayudando para humillar a las chicas. Otro rumor era que Kirsten o Sibylla (o ambas) habían faltado a clases el otro día para ver al ginecólogo.

#Preñadaporhermano era el hashtag para esos tweets.

Era casi como si esta mierda estuviera pasando realmente, pensó Clara. Pero no podía ser eso. Ella no tenía el poder de cambiar la realidad con su tweet. Ella solo sabia como esparcir rumores picantes. Todos esos idiotas en su escuela estaban más que felices con jugar con ellos.

Lo cual solo probaba que ella estaba haciendo lo correcto.

"¿Sabían que el club de Cuidados del Hogar es realmente puto en secreto que ruegan ser perras del club de ajedrez de al lado? #Losnerdsganan #Futuroshuevosenelhorno #Futurasamasdecasa"

Clara libero su tweet al mundo.

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Sally Carter

El olor de la masa llenaba el aire. Pronto sería reemplazado por el aroma de pan recién horneado. Los panes estaban en el horno. Las siete chicas del club de Cuidados del Hogar del que era la supervisora estaban todas emocionadas mientras se aseguraban de preparar bien sus hornos, sus panes perfectamente centrados en los bastidores para tener el mejor calor.

"Maravilloso, chicas," dije, aplaudiendo.

Las siete chicas estaban vestidas recatadamente con faldas y blusas. Nada de esas horribles minifaldas o tops que se encontraban por ahí. Estas eran niñas que entendían cuál era el verdadero rol de una mujer. Ser amas de casa y madres. Para criar a sus hijos mientras sus esposos las mantenían. Para crear una familia.

No para ser putas y perras. ¿Podría una puta ser siquiera una buena madre? ¿Podría una perra ser siquiera una buena esposa?

Por supuesto que no.

Era joven para ser una profesora, solo siete años más grande que mis niñas, pero estaba comprometida en enseñarles un estilo de vida limpio. Todas tenían dieciocho y vírgenes con sus anillos de pureza puestos en sus dedos, promesas que le hicieron a sus padres de no ser unas cualquieras.

Las había reunido aquí, un bastión contra el mundo, donde podrían perfeccionar sus habilidades que necesitan para ser mujercitas propias. Les sonreí. Regina tenía una gran sonrisa en su cara, su cabello rubio caía suavemente por sus hombros. Ella tenía buenas caderas para parir, lindas y curvas. A lado de ella, Taylor tenía una orgullosa sonrisa en sus labios. Ella era pelirroja, fiera, pero eso podía hacerla una apasionada esposa y madre.

"Oh, espero que salgan perfectos," dijo Victoria. Ella tenía un entusiasmo embriagador. La morena no era la niña más lista, pero podía cocinar. Ella podía hacer feliz a un hombre.

"Lo harán, niñas," dije. "Ok. Ahora, mientras esperamos a que terminen, este es el momento perfecto para trabajar en algo de cos-"

DING!

Se apago la notificación de mi celular. Tenía que tener un teléfono para el trabajo. Mucha de la educación se hacía a través de correos y textos estos días. Lo odiaba de todos modos. Las Redes Sociales eran la peor cosa que le había pasado a la sociedad. Ahí estaba esa horrible cuenta @chismereal esparciendo los peores rumores.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2021 ⏰

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