🌾 » ─ McDonald's

˖ ࣪ 𝖴́𝗇𝗂𝖼𝗈 𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈.

Los leves murmullos de la agitada multitud de aquel sábado por la tarde le hacían sentir pequeñas pizcas de nervios, que le hicieron repensar una y otra vez en lo que se atrevió a hacer. Fue solo una pequeña epifanía que tuvo cuando observaba los iris dulzones de Cream, aquellas avellanas les hicieron recordar a su más grande augurio, no poder verla en las salidas de amigos por tener que laburar.

Y quizá fue muy apresurado de su parte, pero como todo chico inexperto hizo lo que mejor le venía, visitar a su chica al trabajo.

¿De nuevo allí Tails?
17:32 p.m

Aquel mensaje le costó una mueca hilarante, tan acostumbrado a ella.

Sus dos colas se movían como hojas en un día ventoso, inquietas por algunas miradas externas de niños curiosos, y él solo les sonreía con vergüenza aparente. Al estar sumergido en la profunda acción de no encontrar nada interesante, se dedicó a contemplar más a su alrededor.

Nada fuera de lo común para un McDonald's, colores brillosos, mesas ocupadas y un aire agitado. Pero no sería definitivamente un lugar que él visitaría a menudo; Tails seguía una estricta dieta que apoyaba a la salud física.

Todo su ser se sobresaltó en segundos al observar a su novia atendiendo pedidos en la caja, con tanto brío y elegancia tan caracteristicas de ella. Llegó a atisbar su leve sonrisa que recompensaba a los clientes por su buen comportamiento, y no hizo más que mirarla risueño.

Más sosegado, fue finalmente hasta la fila a esperar a ser atendido por una sorpresiva Cream. Pudo darse cuenta de que dos lindos hoyuelos surgieron cuando ella lo observó como el siguiente cliente.

─Buenas tardes Tails. ─rió con ternura al ver a un zorrito timido que jugaba con su chaqueta negra─ ¿qué te gustaría pedir?.

Ambos se sonrieron como era costumbre cada sábado en las tardes vespertinas. Él no hizo más que hundirse en su afrasia mientras contemplaba el menú del día.

─Me gustaría una Big Mac ─contestó nervioso, pensando en su siguiente pedido con euforia─, y...un poco de tu amor.

De forma inopinada, las mejillas de Cream se pintaron de un precioso rojo romántico, y Tails festejó en su interior el éxito de su propuesta.

─Oh, ¿ya no quedan de esas?, es una lástima, es mi comida favorita.

─Tranquilo, haré lo posible para mi cliente favorito ─susurró─, puede retirar su pedido dentro de veinte minutos, a fuera del local.

Soltaron risas enamoradas que algunas personas notaron con avidez. Tails volteó para esperar su pedido, no sin antes tocar levemente la mano de su novia y guiñarle tiernamente.

Sí, de nuevo allí Sonic.
17:38 p.m

Eran una jóven pareja que tenían un largo camino por enfrentar. Él decidó recorrer las carreteras del amor con detalles dulces y cariñosos.