- xiao x aether - leve mención de Zhongli x Childe
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Estaban reunidos en una pequeña colina, admirando el paisaje como cualquier pareja lo haría. Una especie de picnic compuesto por solamente tofu de almendras que el rubio estuvo preparando toda la tarde del día anterior con especial cariño para su querido Adeptus.
Comenzó a ordenar las cosas para realizarlo, bajo la atenta mirada de Xiao. Le hacía sonrojar que le mire tanto.
Puso una mantita en el suelo y saco las cosas de su bolso de viaje. La bella cajita dónde conservaba el tofu y algo de jugo de frutas para la sed.
Se sentaron muy juntos, uno al lado del otro. No necesitan hablar para estar cómodos, se comprenden mutuamente y la compañía ajena es más que suficiente.
Sintió que el corazón se le quería salir del pecho cuando el adeptus reposó su cabeza en el hombro del rubio.
— Eres cálido — murmuró Xiao.
— Te quiero — se atrevió a decir, sabiendo que puede no obtener respuestas.
Al Yashka aún le costaba un poco expresarse libremente. La respuesta parecía no llegar por lo que se adelantó a abrir la caja con tofu para no tensar el ambiente que habían formado. Quería intentar darle de comer a su pareja.
— Esta vez no lo hizo el chef de la posada —explicó con entusiasmo.
Aether se sintió confundido al ver al adeptus levantarse y observar silenciosamente hacia bajo la colina.
— ¿Qué sucede?
Xiao solo indico con el dedo sobre su boca que guarde su silencio.
Se levantó tratando de no hacer ruido y caminó a pasos lentos hasta el. Miró hacia el mismo punto en el que la vista de Xiao estaba. Solo entonces pudo ver aquello.
Childe paseaba junto Zhongli, al parecer iban de la mano. Eso era algo nuevo para ambos. Si bien recuerda la última vez que hablo con Nobile este estaba enojado con el arconte.
Aether movió su cabeza intentando distraerse. Independiente de que sucedía entre aquellos dos no era de su incumbencia.
— Hey —llamó al chico tomándole del hombro— ven a sentarte.
Xiao no se inmutó en absoluto. Parecía vigilar las acciones del arconte y del fatui.
— Xiao...
¿Realmente su cita sería vigilar a esos dos? Le costó bastante tiempo encontrar un espacio de tiempo que coincidiera con el del otro.
Con su mano libre tomó la mano del chico e intento tirar de él para acercarlo más no le fue bien.
— Se supone que estaríamos disfrutando tiempo los dos —reclamó en un murmuró.
