La vida se basa en engañarse a uno mismo de que todo va ha mejorar y que los protagonistas de historias siempre encuentran la felicidad, mentira.
Todo comienza cuando demuestras que existen las Alphas, las que demuestran que no necesitamos ser luna...
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-Querida mía, debes estar radiante cuando te coronen como Alfa. Serás la que defina las reglas del juego.- exclama Nina, con un brillo de entusiasmo en sus ojos, mientras me mira con orgullo.
El vestido que mi niñera confeccionó para mí era de un delicado tono rosa palo, con un escote que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo.
Decidí calzar unos tacones de color crema, que complementaban a la perfección el vestido y añadían un toque de confianza a mi paso. No tenía intenciones de complicarme demasiado la vida, pero eso no significaba que no iba a causar impacto.
Inclino la cabeza hacia Nina, fijando mi mirada en ella con una intensidad que refleja mi pregunta: -¿Está Dean listo?
Ella asiente con un suave movimiento de cabeza, sus ojos llenos de complicidad - Te está esperando en el auto.
Antes de salir, me tomo un momento para ajustar algunos detalles finales. Quiero que todos vean y entiendan cómo van a ser las cosas bajo mi liderazgo, que sepan que no estoy dispuesta a que me subestimen.
La puerta de casa se abre y bajo la escalera con paso firme, pero siento las miradas temerosas de las personas que me observan. Si tan solo pudieran comprender que cada paso que doy hacia esta posición de poder es una elección deliberada, que no me dejaré subestimar ni un momento.
-Samy, estás deslumbrante.- dice Dean en un tono suave pero sincero, mientras me ajusto el cinturón de seguridad en el auto.
Sonrío, agradeciendo su cumplido.-Tú también estás muy elegante.
Cada palabra que compartimos lleva un matiz especial, una camaradería que ha sido forjada a lo largo de los años. Dean, mi fiel amigo y beta, es más que un compañero; es alguien en quien confío profundamente.
Sus ojos encuentran los míos, siento una conexión genuina. Su presencia a mi lado me brinda un sentimiento de seguridad en medio de este torbellino de expectativas y responsabilidades.
La imagen de Dean con su futura compañera, su Mate, se forma en mi mente. Imagino a una mujer afortunada, cautivada por su mirada intensa y su sonrisa.
...
Habían transcurrido al menos dos largas horas desde que el señorito decidió dar vueltas y más vueltas con el maldito coche para aparcarlo en un espacio adecuado. Mis respiraciones de paciencia se agotaban lentamente mientras observaba su enfoque obsesivo en la maniobra.
Finalmente, conseguí salir del Jeep gracias a la gentil ayuda de Dean, quien extendió su mano hacia mí, ofreciéndome su apoyo.
El ambiente estaba saturado con la imponente presencia de lobos alfa, cada uno con una actitud dominante y un ego que parecía llenar el lugar. Las lunas, por otro lado, parecían sumisas ante tal exhibición de poder. Era una dinámica intrigante, un juego de jerarquías y deseos ocultos que flotaba en el aire.
