Prólogo

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Ojalá pudiéramos perder la memoria para cuando quisiéramos olvidar a alguien que nos ha dañado de formas tan terribles, tan profundas, y no estar recordando momentos con aquellas personas, ojalá pudiéramos perder la memoria para ya no sentir, para ya no llorar, para ya no sentir dolor por los recuerdos, el rostro o la voz de esas personas que tanto estamos luchando por olvidar o simplemente superar.

Aunque sería terrible, porque existen personas que están en nuestra vida y no merecen ser olvidadas, no merecen el dolor que podríamos causarles olvidandolas.
Tal vez pudiese ser una forma de empezar de cero, olvidando, perdiendo la memoria, para crear nuevos recuerdos y olvidar las experiencias vividas, sean dolorosas en su mayoría, por qué, ¿Quién querría olvidar los buenos recuerdos con personas que nos han marcado para bien? Pues justo eso, les sucede a las personas que no querían olvidar.

Todos los días, al levantarse, la ve a ella, la ve en sueños mientras duerme y despierta, pero no sabe de dónde la conoce, ya la siente dentro de él, que ella vive dentro de él, su corazón se acelera desbocado al verla en sueños y al pesar en ella. Pero no sabe por qué.

Intenta hacer memoria, ¿De dónde la conoce? ¿Por qué se siente en las nubes al pensar en ella? Se le eriza la piel de solo recordarla, no sabe su nombre, ni en dónde la ha visto.
Su voz es como una melodía en su mente, pero no puede descifrarla nítidamente.
No sabe quién es ella, pero sabe que es ella.

She | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora