VII

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Y aquí la tienen, ya pasaron 17 horas desde que regresó del inframundo, volteó a ver donde tenía el rayo escondido y dejó escapar un suspiro, sabía que tenía que encontrar a algún dios para ponerle el rayo, aunque todo esto fuera un plan de su padre para poder deshacerse del tonto de Percy, pero bueno ahorita pensaría en eso.

Fue al GC para poder desayunar algo y vio al culpable de estar tan distraída estas últimas semanas Regulus Black. Iba caminando con su porte elegante y característico, cuando de repente ve que va caminando hacia con ella.

-Hola Hadnea, me preguntaba si después del desayuno querrías ir conmigo a la clase de adivinación?- preguntó el con una sonrisa en su cara
-Hola Regulus, claro, me encantaría- dijo un poco nerviosa

Y Regulus se fue a su mesa, dejando a Hadnea callada, y pensativa. Hasta que de repente se acordó del rayo, hizo una cara de molestia, y peor tantito vio llegar al inepto de su "hermano" y sus amigos, más conocidos como los mereodadores (aunque nadie les dice así más que ellos mismo, pero bueno).
Se levantó de la mesa para dirigirse al pasillo y esperar a Regulus.
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Ya estaban en la clase, los dos se sentaron juntos, pero no hablaron en toda la clase porque no hacía falta, además de que ella estaba en su propio mundo.

Justo después de la clase tenían 2 horas libres. Hadnea corrió a su recámara y fue directo por el rayo y una mochila discreta, iría al campamento media sangre para ponerle el bendito rayo a Percy. Y tal vez así su mamá también dejaría de presentarle más atención a su hermana.

¿Que me gusta quien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora