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CAPÍTULO CUATRO
❝ HOLGAZÁN ❞
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──¡Despierta, holgazán! ¡Orden del capitán!
Dejaron de tocar la puerta y Eren abrió los ojos con pesadez, y sin rodeos erguió su cuerpo. No le sorprendió que Mabel no hiciera lo mismo.
──Mabel...──le sacudió el brazo suavemente.──Despierta.──al no recibir respuesta se levantó del colchón y buscó su uniforme para dejarlo sobre este.──Ya amaneció.──canturreó, abriendo la única ventana. Los cegadores rayos del sol la alumbraron.
──Oh, púdrete.──se quejó ella poniéndose la almohada ensima. Eren sonrió burlón, emitiendo un frufrú al reemplazar la pijama por el uniforme.──Esto debería ser ilegal.
──Más ilegal lo que hicimos en Trost.──Mabel le arrojó una almohada.
──¡Tú lo provocaste!
──Ya levántate.──aún con los ojos cerrados, Mabel irguió su cuerpo. Bostezó y se rascó rascándose la cabeza.──¿Pues qué te pasó?──cuestionó Eren, entre risas al verla despeinada y con el rostro hecho una masacre.
