Veinte tweets de amor y un post desesperado

18. ¿Qué pasó ayer? (Parte I)

Bucky rió al enviar el último mensaje a Steve y se volteó hacia Sam, quien arrastraba el sillón del centro de la habitación a la pared y recogía los envoltorios de galletas y chucherías que encontró debajo.

—Me vendría bien una mano —dijo, incorporándose. Bucky se quitó la prótesis -cortesía de Stark- y la lanzó a Sam—. Buzz, esto es en serio —se quejó, recogiendo el brazo y lanzándolo de regreso a su dueño.

—¿Voy por vasos, entonces? —propuso, colocando de nuevo su brazo en su lugar. Sam asintió, mientras barría las migas que habían quedado y Bucky salía del cuarto, casi chocando con Natasha en la puerta—. ¡Ya vino la asesina!

—Yo también te quiero —respondió, apartando las botellas que llevaba en la mano del agarre de Bucky, echándolas por detrás de sus hombros—. Quieto, ebrio.

—Ebria otra —soltó una risita, logrando quitarle una botella—. Creí que no íbamos a tomar para no asustar a Steve.

—Es un Jack Daniel's robado de mi abuelo, he esperado la fiesta para tomarlo como si fuera Tommy Lee y hoy es el día —replicó, encogiéndose de hombros. Alzó la otra botella—. Este es para ustedes, robado de mi abuela. Hay una de ron en mi cuarto, por si puedes pasar por ella —Bucky asintió, jaló una mochila y dio media vuelta, encaminándose al cuarto de Natasha, escuchando a Sam saludar a la pelirroja.

Iba bajando las escaleras cuando se cruzó con Clint, quien sonrió y le mostró las bolsas de chucherías que llevaba sobre las cajas de pizza. Sintiéndose bastante optimista respecto a la pequeña fiesta, siguió con su camino.

—¡Barnes! ¿A dónde tan apurado? —se congeló a mitad de camino a través de un patio al escuchar la imponente voz de Fury a sus espaldas. Tragando fuerte, rezándole a sus antepasados y a Dios, se volteó con miedo, dispuesto a enfrentar al tenebroso hombre que tenían por director. Sonrió incómodo y apuntó a Fury con ambos índices.

—¿Qué dice mi Nick? —saludó con falsa confianza, sin obtener la respuesta deseada por parte del mayor. Carraspeó y se acercó un poco, lamentando no haber hecho su testamento cuando tuvo tiempo—. Veo que no andamos felices hoy, je —dijo, rascándose la nuca.

—No me digas, Sherlock —respondió el director, llevando ambas manos a su cintura y viendo aún más feo a Bucky—. ¿A dónde ibas con tanta prisa? —preguntó de nuevo, sin bajar la guardia, conociendo que de ese grupo y cualquiera de sus integrantes no podía esperar nada bueno. Una pena que Rogers fuera parte de, el chico tenía futuro. En fin.

—A... buscar a... ¿S-Stark? —Fury se mostró más molesto—. ¡Rogers! A buscar a Rogers, eso —sonrió incómodo, recordando que mencionar a Tony con Fury presente era demostrar que no tenía respeto alguno por su vida.

—¿Y por qué te diriges al edificio de mujeres si vas en busca de Rogers? —seguía pensando en lo triste que era ver que iban a echar a perder a su posible estudiante estrella, involucrándolo en travesuras similares al incidente del parche rosa del año anterior.

—Es que... Steve está ¿prendido?, sí —ya no sabía ni qué decía, pero todo fuera por las fiestas clandestinas con su grupo de inadaptados. Volteando a ver a ambos lados, a pesar de saberse solo con Fury en el patio, le hizo señas al mayor para que se acercara un poco más—. Anda noviando y las hormonas me lo tienen como gata en celo —susurró, ganándose una seria mirada del único ojo del director. Nick rodó el ojo y suspiró, contando mentalmente de 1 hasta "matar es ilegal".

—¿Por qué no te creo? —murmuró.

—Eso es cruel de tu parte —alegó Bucky, diciendo lo primero que le vino a la mente y alejándose de Fury, viendo su dulce liberación de ese incómodo interrogatorio—. Pensé que eras más abierto, como que traías la aceptación en la sangre.

—Barnes...

—Respondería algo pero sería plagio, Community lo hizo primero, muy mal, Nick —negó y chasqueó la lengua repetidas veces, sonando como una ardilla. Empezó a alejarse, aún viendo fijamente al mayor—. Esperaba que esperaras más de tus estudiantes, honestamente me decepcionas como director, ¿no se te fue un poco de brillantina rosa al cerebro o algo? Seguimos al rato, ¿vale? ¡Me fascina hablar contigo! —salió corriendo—. Corre como siempre, no mires atrás —murmuró. Escuchó un molesto gruñido con su nombre, pero ya estaba muy lejos y poco interesado como para voltear. Cuando se sintió libre de todo mal, desaceleró e, incluso, empezó a tararear una canción mientras subía los escalones para entrar el edificio. Tarareó toda la subida hast el cuarto de Natasha y se sintió satisfecho con su trabajo e importante misión al tener el licor en los brazos. Haciendo uso de sus casi nulos dotes de espía, se las arregló para meter el licor en la mochila sin que se dañara y empezó su recorrido de vuelta a su cueva.

Al pasar por el campo, rezó para no encontrarse de nuevo con Fury.

—¡Panda de la basura! —pero no rezó para no encontrarse con Loki. Bufó, cerrando fuertemente los ojos, antes de voltear y fingir una sonrisa.

—Mi Lokillo, ¿qué cuentas, tú... canalla... divino? —se golpeó mentalmente. Loki alzó una ceja, sin inmutarse.

—Tus estupideces, Becky.

—Bucky.

—Es lo mismo —agitó la mano en el aire—. ¿A dónde con tanta prisa?

—¿Por qué todos quieren saber de mí? Hace unos días ni sabían que existía —Loki se encogió de hombros, indiferente, por lo que supo que estaba presionado a contarle la verdad al de ojos extraña y terroríficamente verdes—. Mira, habrá una fiesta... o algo así, creo, en mi cuarto. Puedes llegar si deseas, solo, procura que Stark esté fuera de la mente de Fury.

—¿Porque solo interesa que esté en la de Rogers? —preguntó divertido. Bucky asintió y Loki no tuvo de otra más que asentir, resignado. Pasar la tarde del viernes con ese grupo era más llamativo que estudiar para química—. Bien, haré lo que pueda. No prometo nada —el abrazo de Bucky lo tomó por sorpresa.

—Gracias, Buttercup —lo soltó y siguió su rumbo hacia su cuarto.

Latita incapaz de hacer capítulos de menos de 1000 palabras es mi nombre.