Maldita sea la vez que no nos conocimos.
El destino nos dio los libretos pero uno de nosotros no lo siguió al pie de la letra, haciendo sufrir al otro.
Oh, pobre de mí, sufriendo por no tener a mi amor tan esperado.
Engañamos al destino para ser felices con personajes diferentes, que no se parecía en nada al otro. Cambiando una y otra vez de personalidad y estilo, para poder encontrarnos, después de perdernos.
Sufriendo por personajes secundarios, buscándonos desesperadamente, quién podrá ayudarnos a encontrarnos.
Quiero verte Romeo mío, ¿eres Romeo o solo un príncipe azul? El destino me hace amarte sin conocerte, es algo frustrante, puesto que se supone que mi amor tiene nombre y cuerpo. Pero no eres tú, mi Romeo, cuándo podré encontrarte para clavarte un sartén en la cabeza.
Jodete Romeo, es tu culpa de doblar la esquina para no encontrarte conmigo, ahora lloras, porque perdiste la oportunidad de ser feliz conmigo, ahora yo estoy feliz al ver tu sufrimiento, aunque no te conozco sé que te arrepientes.
Tantos personajes de los que te enamoraste, tienes el corazón roto, pero aún así sigues en la búsqueda de mi, pero yo ya me frene en una estación de tren que siente, demuestra amarme. Me pregunto hasta cuándo será.
