2 "Soledad"

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Katsuki estaba estresado, trabajar en su propia cafetería en ocasiones era muy agotador, traer y llevar órdenes, también en ocasiones ayudar a preparar las comidas o postres, sin olvidar a los fastidiosos alfas que no dejaban de joder a el y a sus compañeros/empleados omegas.

Era un completo fastidió, pero para su suerte los únicos 3 alfas que estaban ahí los protegían, Sato a primera vista era intimidante, Ojiro ya tenía una reputación de golpear a los que pretendían propasarse y sin olvidarse de la pequeña Tsuyu que aunque no tuviera la pinta de una alfa sabía lidiar con los demás de forma pacífica.

Si, ahora solo quería llegar a casa y ser consentido por el alfa peliverde, que aunque no lo admitía le gustaba que izuku le diera mimos, y tratara como la cosa más delicada que existía en todo el universo, amaba aún más que lo marcará con su aroma, manzanas con un ligero toque a chocolate amargo, le encantaba ese olor impregnado en todo su cuerpo y ropa.

Estaba agradecido de tenerlo a su lado, que soportará su mal y grosero genio, no era culpa suya ser así, su madre la tenía por criarlo de una forma agresiva y muy estricta, una alfa completamente loca, literalmente.

Pero también tenía que darle crédito a su "madre" omega, sin duda alguna el lo había criado con mucho amor y paciencia sin esas enseñanzas katsuki no tendría lo que tiene hoy en día, una local propio que es muy conocido, un departamento el cual compró junto con su novio, poder salir adelante por su propia cuenta sin depender de alguien más, pero lo más importante tenía un buen juicio, sin él, posible se hubiese vuelto orate.

Amaba demasiado a su madre omega, siempre le brindo amor verdadero a pesar de las una y mil circunstancias que padecía junto a su madre alfa.

En esos momentos recordó que pronto sería el cumpleaños de él, tendría que ir a visitarlo.

También a su escandalosa e irritante madre peliceniza.

—¿Sucede algo kats?— aquella voz junto a el dulce aroma a durazno lo sacaron de la profundidad de sus pensamientos.

—No realmente, solo estaba, pensando en algunas cosas— agitó un poco sus manos mostrándole una cálida sonrisa a la chica de cabellos rosados.

—Esta bien, ¡Oh, ahora que lo recuerdo!, Nuevamente vino aquel alfa de cabello y ojos de dos colores, quiere que lo atiendas tu.

—Agh, ¡ese, idiota me irrita! — Frunció el entrecejo —No lo haré, que se joda, que no entiende que ya tengo un alfa.

— Quizá no le importan mucho tus palabras por qué solo estás marcado con aroma, ya sabes el lleva casi 2 años en tratar de cortejarte—  Pronunció mientras miraba el techo.

Los ojos dorados se conectaron con los granate, estos no tenían brillo, estaban vacíos, idos, no supo cómo descifrar su expresión.

Katsuki sintió una punzada en su pecho al escuchar esas palabras, su mano se dirigió a su cuello, en específico a su glándula de olor, ahí es donde tenía que estar la marca del alfa, dientes marcados, una cicatriz, pero no, no había nada, solo piel suave e intacta con ese olor tan característico a manzana.

—Ya veo... — aquel afable olor a caramelo se volvió agrio.

Mina se dió cuenta que sus palabras no habían sido las correctas, y sin ser cuidadosa, lastimo al omega con ellas,

—Ay no, kats yo, lo sient-

—No importa, voy hacer que ese bastardo de izu-- alfa me marque, voy a hacer que me ruegue para preñarme y tener a sus lindos cachorros, ese imbécil me pagará todos estos años por no hacer las cosas bien — Bruscamente la pequeña cocina se llenó de su olor, se torno a uno con enojo y un poco de excitación. Definitivamente katsuki era una persona que cambiaba drásticamente de humor, y mina estaba en primera fila presenciando esa aterradora aura y sonrisa de su amigo.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2021 ⏰

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