Daniel estaba sumiso y nervioso con su cuerpo atrapado entre los casilleros y aquel fuerte rubio que le miraba con una furia creciente, había estado intentado no verle a los ojos, pero fue una misión imposible cuando el más alto decidió tomarlo del...
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" - Te odio porque me vuelves loco. "
Después de tantas semanas llenas de agresiones físicas Daniel ya estaba harto, estaba cansado de ser el constante blanco de ataque de Johnny Lawrence, ¿Acaso el rubio no tenía otra cosa mejor que hacer? Siempre lo estaba acosando para lograr molestarlo a todas horas, literalmente lo molestaba todo el día todos los días, ya ni siquiera era solo en la escuela, ahora también tenía que lidiar con él en el trabajo de su madre, en el camino a su casa y ahora ¡Hasta en su maldito edificio!
Hace unos cuantos días atrás en un intento de aprobar sus materias con calificaciones de envidia pidió a todos sus profesores trabajos extras, lo que fuera no importaba, el iba a aceptar, y dada la casualidad de que cierto chico rubio estaba a nada de reprobar todas sus asignaturas, había pedido el mismo favor a sus docentes, fue entonces cuando a un profesor en particular se le ocurrió una idea brillante digna de un reconocimiento por su gran mente maestra; El profesor de educación sexual pese a su poco tiempo en la institución sabía perfectamente de las constantes riñas que tenían los chicos karate, así que se le ocurrió como matar dos pájaros de un solo tiro.
— Bien, ya que ambos quieren una oportunidad para subir sus promedios aunque son muy diferentes sus casos, me he dado a la tarea de buscar un trabajo en común. —Explicaba el maestro mientras que se adentraba en su aula de clases para poder estar mucho más cómodo a la hora de hablar con sus dos alumnos más revoltosos, llevaba en sus manos un portafolio negro y en su rostro se podía ver la maldad, según Daniel.— Soy consciente de que ustedes dos no se llevan para nada bien, así que por eso mismo he decidido hacer esto, tomen este trabajo como dos muy buenas oportunidades, podrán subir su calificación y además, podrán aprender a llevarse mejor.
- Esto es una estupidez, no planeo compartir absolutamente nada con este zoquete, ¡es un perdedor!, si hacemos cualquier cosa juntos estoy seguro de que va a terminar arruinandolo.
- ¡Y yo no planeo sacrificar mi valioso tiempo con él! es un caso perdido, hay que aceptarlo de una buena vez, no muestre piedad por alguien así.
Johnny se limitó a lanzar un golpe no tan salvaje pero tampoco gentil a la cabeza de Daniel, soltando una carcajada burlona cuando escuchó el quejido del moreno, era gratificante escucharlo quejarse, sonaba justo como música para sus oidos y vaya que le gustaba escuchar esa música.
— Sabía que dirían eso, por eso mismo he decidido que si no lo hacen tendré que bajar sus calificaciones, en su caso señor Daniel obtendrá un 6, lo cual es muy perjudicial para su promedio ya que estaría en riesgo de reprobar debido a sus malas notas en el primer parcial y señor Lawrence... bueno, ni siquiera llega al 5 y es obvio que tendría que repetir todo el año.
— ¡Eso es muy injusto! mi calificación justo ahora es de 8, ¡no puede hacerme esto!
— Para ustedes es muy facil venir a pedir trabajos extras pocos días antes de cerrar el parcial, como si uno no tuviera mejores cosas que hacer, ¿Saben qué eso perjudica terriblemente mi escala evaluativa? Me dan más trabajo del que me pagan y solo saben dar quejas cuando les doy gusto, me parece muy mal agradecido de su parte, señor Lawrusso.