Capítulo 2: ¿Amigos?

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Una vez Yukio me llevó a su apartamento, intentando que la casera no se diese cuenta que llevaba un pequeño gato consigo, acabó abriendo la puerta y cerrándola tras él una vez entró.
Me dejó en el suelo y yo me sacudí un poco para quitarme un poco de agua del cuerpo ya que estaba empapado.

-A ver...-Tras pensar un poco fue hacia el baño, al salir del mismo me colocó una toalla encima y empezó a secarme. Quedé hecho una pelusa.-Ahora amiguito quedate aquí... Yo iré a quitarme esta ropa mojada.-Tras decirme aquello se fue hacia su habitación, pero no sin antes acariciarme la cabeza.

Cuando Yukio estaba ocupado poniéndose ropa seca, exploré un poco el apartamento. Me resultaba muy acogedor, mientras caminaba por el lugar ví un sofá y sin pensarmelo dos veces me subí al mismo, acurrucandome en él, era muy cómodo. Al pasar un rato Yukio salió de su habitación y yo con un maullido y alzando las orejas lo saludé. Yukio se acercó al sofá sonriendome y luego acariciandome tras las orejas.

-Seguro que tienes hambre, a ver si tengo algo para darte.-Se fue hacia la pequeña cocina que tenía el lugar y rebuscó algo que me pudiese gustar.

Me puso un tazón con leche y unas cuantas sardinas, algo que me encantaba, al olerlo no dudé en bajarme del sofá y subirme a la encimera de un salto, si que estaba hambriento.

-Jaja, no me equivocaba entonces.-Me cogió con su mano libre y me colocó en el suelo, dejándome al lado la comida.

Debo admitir que en aquellos momentos podría haberme comido cualquier cosa, tenía un hambre feroz.
Mientras yo comía, Yukio se sentó en el sofá y cogió una libreta junto con un lápiz empezando a dibujar en ella, me miraba de vez en cuando para vigilarme un poco.
Una vez sacié mi hambre me relamí los morros para quitarme restos de leche que se me habían quedado, acabé mirando a Yukio e impulsado por mi curiosidad fui hacia él subiendome al sofá, una vez allí me acerqué a Yukio y tras refrotarme contra él como agradecimiento por la comida me subí en su regazo haciendome un ovillito para no molestar.

-Vaya, si que te has encariñado pronto... Debería buscarte un nombre.-Dejó la libreta a un lado y me acarició tras las orejas mientras buscaba un nombre para mí, yo en principio nunca tuve un nombre concreto simplemente me solían llamar alimaña, ladrón, gato... Pero nunca un nombre concreto, con lo cual la idea me encantaba, por ello moví la cola.-Veamos... ¿Ralph?-Al oír ese horrible nombre me crispé.-Vale vale... ¿Qué tal Shion? ¿Shiro?-Yukio se llevó un rato diciendo nombres que no me gustaban hasta que encontró el que más me gustó.- ¿Esta bien Haru?-Nada mas oír el nombre alcé las orejas y maullé como diciendo que me encantaba.-Pues Haru te llamarás. Y este será tu hogar, pero no debes hacer mucho ruido, Haru.

La idea de tener un nombre me encantaba, y el nombre que me puso Yukio me gustó mucho, pero al oír que me dejaba quedarme con él me puse muy alegre. ¿Esto significaba que eramos amigos?

MurdersWhere stories live. Discover now