En el intento *Suzette

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Desperté animada, me puse unos jeans y una blusa color negra, tome algo ligero para desayunar y salí a hacer algunas compras, al lugar al que iremos a cenar es hermoso y destaca por su pescado y marisco fresco, tiene una vista hermosa y lo mejor es que no tendré quesalir de santa mónica.

Pensar en Robert Castro me hace sonrojar un poco, es un hombre guapísimo y con muy buen cuerpo. Recuerdo la forma en que me miraba el día de ayer, es un casanova eso lo he sabido desde siempre, pero nunca había tenido ese efecto en mi.

En una de las tiendas me atrapa un hermoso vestido rosa palo, con la espalda cubierta solo con delgadas tiras y una abertura en la pierna. lo combinó con unas sandalias color nude.

*ROBERT

Encontrar ayer a Suzette en el restaurant fue algo inesperado, aun recuerdo a esa chica tan seria que se dedicaba únicamente  a estudiar , siempre que me acercaba ella tenia preguntas sobre la cocina, la comida, la especias, su pasión por la cocina era la misma que ella despertaba en mi. pero creo que nunca se dio cuenta. 

En cuanto cruce algunas palabras con ella supe que debía invitarla a salir, así estuviera de paso por LA tenia que aprovechar la oportunidad de pasar con ella un buen rato. Nunca debes de quedarte con el antojo.

Termino temprano en el restaurant dejando indicaciones para el resto de la noche, yo me dirijo a casa a darme un baño para ser puntual con mi cita. 

*SUZETTE

Voya a casa y me sorprendo sonriendo, me entusiasma la idea de salir con alguien sobre todo si es tan guapo como Robert.

Me preparo para mi cita, tomó un baño en la gran tina, al salir me coloco unas bragas de encaje color nude y me pongo el vestido sin sujetador, el maquillaje es sencillo y dejo mi cabello suelto y lo dejo un poco ondulado. son las 8 en punto cuando tocan a la puerta.
Me apresuro a bajar y a abrir la puerta. Robert esta guapisimo en un pantalón gris con una camisa blanca, los primeros botones desabrochados.

-Suzette, te ves hermosa... me besa la mano y en seguida se acerca para besarme la mejilla, este hombre es tan sensual.

-Gracias Robert, también estas guapisimo. voy por mi bolso, pero pasa.

Entramos al salon y se queda parado esperandome mientras tomo mi bolso y mi celular, su mirada me pone nerviosa.

-Esta todo bien? ...pregunto

-Claro, es que nunca pensé encontrarte aca y tan linda

-Sera mejor que nos vayamos.

Durante la cena nos ponemos al corriente de lo que nos ha pasado en estos años, acompañados de unas copas de vino, le hable de mi viaje a México y de cómo me aventure a iniciar con mi negocio aún sin apoyo de la familia Almont, aunque ahora estemos tan unidos. La verdad evitó hablar de los problemas con Adrián y de Daniel, me limito a decir que termine una relacion y que decidí tomar un tiempo lejos de casa.

-Pues me alegro que hayas venido hasta aquí... me dice mientras toma mi mano y coloca un suave beso en ella, sus ojos de un azul intenso no dejan de mirarme no se si es lo apuesto de este hombre o lo necesitada que estoy de afecto y de algo más porque siento como mi vientre se contrae con el solo roce de sus dedos por mi piel.

-y que ha sido de tu vida... pronunció palabras un poco tropezadas

-Yo conoci a una mujer hermosa pero no funcionó, supongo que el matrimonio no es lo mio.

Después de la cena pedimos el postre, un delicioso creme brulee de mango, yo sentía que no podía más, pero el insistió tomando la cuchara y llevándola a mi boca, fue un gesto tan sensual. 
Salimos de allí para caminar un poco por la playa, le pedí que esperar un poco para quitarme los tacones, el me sostuvo del brazo mientras yo maniobraba, cuando me incorpore sentía su mano en mi espalda me gustaba pero no estaban esas chispas que había conocido antes.

De regreso a casa ya en el auto mi pierna quedo al descubierto y sentí como su mano se acercaba, me sentía nerviosa como la joven alumna que está dejándose seducir por su mentor, la tensión sexual entre nosotros era evidente. Llegamos al portal de la casa y el rodeo el auto para abrirme la puerta, yo realmente quería algo más esta noche, necesitaba desahogar todo el calor que mi cuerpo sentía. 
Al despedirnos me tomo por la nuca y me beso, fue un beso muy apasionado, de inmediato sentí su lengua contra la mía y sus manos pasaron de mi cintura a mis nalgas, me separe para tomar un poco de aire y lo invite a pasar. 

Subí a prisa las escaleras indicando el camino hasta la  habitación, nos deshicimos rápidamente de nuestra ropa, después de unos besos me tumbo boca abajo en la cama, no se en que momento se coloco el preservativo pero de un solo golpe sentí como lleno mi cuerpo. había tanta desesperación en nuestros movimientos, sentí una nalgada fuerte y dura, el ardor que me dejaba era ya algo conocido para mi, y me daba esa sensación de querer más.

-voy a terminar...

-espera dame un minuto... yo aún no llegaba
sus movimientos continuaban sin importar lo que yo decía

segundos despues senti como palpitaba dentro de mi al mismo tiempo que un gruñido salia de el.

Me quede recostada en la cama, un tanto perdida. Esto no era como lo había imaginado. Robert se cambio rápidamente y me dijo que debía marcharse y que me escribiría.
Me puse una bata para acompañarlo a la puerta.

-ha sido un placer pasar esta noche contigo- parecía estar orgulloso de lo que había pasado

-lo mismo digo,

-descansa... y me dio un beso en la mejilla.
Lo vi subir al auto y partir.

Apenas entre a la casa me sentí mal por lo que acababa de pasar.  Danniel inundó mis pensamientos. El y yo ya no estábamos juntos, porque me sentía así?, como si lo traicionara.
Entre a darme una larga ducha...

OTRA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora