✸ㅤㅤ introducción.

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                  Un matrimonio con Shiva, el dios hindú de la destrucción, había resultado mucho más aburrido de lo que esperaba

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                  Un matrimonio con Shiva, el dios hindú de la destrucción, había resultado mucho más aburrido de lo que esperaba. No la malinterpreten, era un buen marido; la trataba bien, la llenaba de lujos y oro, nunca le alzaba la voz o negaba algo, tampoco le exigía que se mantuviera callada y fuera completamente sumisa ante las demás deidades masculinas, pero aún así, no podía evitar ver su matrimonio cada vez más monótono. Envidiaba a Parvati y Durga, ¿por qué ellas podían amar tan fácilmente a Shiva, pero ella no? ¿Por qué apesar de los milenios casada era incapaz de sentir siquiera las tan conocidas mariposas en el estómago, el aceleramiento del corazón o el sonrojo en sus mejillas? ¿Por qué era tan difícil amar?

¡Se suponía que el tiempo debía de ayudarla! Pero más que hacerlo, solo le hizo darse cuenta que nada bueno saldría si seguía engañandose a si misma.

Recordaba con gran alegría su pasado, cuando aún era joven y temida por todos, cuando podía matar a diestra y siniestra sin que los demás pudiesen pararle o cuando se bañaba en los ríos de sangre que hacía con la sangre de sus enemigos.

Eran días tan gloriosos como lejanos.

Actualmente lo más peligroso y arriesgado que podía hacer era estar cerca de Durga cuando ella intentaba cocinar algo digno de su esposo.

Anhelaba el pasado o al menos a alguien con quién compartiera el deseo por la sangre o la necesidad de causar un homicidio en masa.

Era la diosa de la muerte, aunque intentará dejar de ser la mujer sanguinaria del pasado, lo único que conseguía era mantenerla oculta por un tiempo más.

Y la verdad, ya se estaba hartando.

¡Necesitaba sangre y acción! Sentir correr la adrenalina como una liebre en un amplio campo por su cuerpo, escuchar los gritos de agonía que suavizaban sus oídos, luchar hasta que cada parte de su cuerpo ruegue por un descanso, sentir la exitacion de una buena pelea junto el hormigueo en su estómago y zona baja cada que recibía un golpe o herida y mancharse de aquel elíxir carmesí que tanto añoraba.

Los sentimientos se pueden expresar atraves del arte, y el arte de Kali, es asesinar.

Su única manera de expresarse era esa, y sin eso, cada día se distanciaba más de un pasado que deseaba volver a tener.

Talvez por eso había perdido sus expresiones sanguinarias y el aura tenebrosa junto el hedor a muerte que siempre la acompañaban, siendo reemplazados por expresiones sumisas y una aura dócil, fácil de manipular.

Cosa que engañaba a muchos.

Escuchaba atentamente como algunos la insultaban constantemente lejos de los ojos de su marido, como la infrovaloraban y definían como una mujer fácil y complaciente que debía depender de un hombre.

Si tan solo no le tuviera tanto respeto y no deseara arruinar la relación de Shiva con los demás... Los tomaría y les arrancaría su espina dorsal de un solo movimiento.

Creyó que debería de rendirse con el pasado y seguir en el presente, hasta que la conoció.

Dakil era una diosa egipta primordial, una que era la misma personificación del mal en la humanidad y la oscuridad. Podía estar en cualquier lugar donde hubiera está última si así lo deseaba, incluso al mismo tiempo podía ir a cien lugares diferentes o más, siempre y cuando cumpliera el requisito anterior.

Recordaba la primera vez que la vió, en el nombramiento del reemplazó del Dios Ra; tan imponente y tenebrosa, manchada de sangre, cargando consigo una gran lanza, con un fuerte hedor a sangre y la cabeza de una serpiente con unas escamas que fácilmente podrían confundirse por granos de arena que le arrojó a la cara a la diosa Isis.

Una traición, solo eso sabía.

La deidad que llamo su atención hace poco había sido puesta bajo un sueño lleno de pesadillas, una que la esposa de Osiris había creado con el fin de que no se interpusiera en sus planes.

No estaba casada, ni tenía amantes, mucho menos hijos o alguien con quién pasar el tiempo en su palacio. Eso la emociono.

No la amaba, pero si tenía un gran interés en ella, uno que en un futuro, iría más lejos de lo que planeaba.

❛❛ ──Las personas huyen aterrorizadas de mi apenas me ven, me desprecian e insultan sin siquiera conocer  ──Su voz resonó en lo ancho del gran palacio Egipto, mientras sus ojos chocaban con los de la divinidad hindú frente suyo──. Pero... Tú jamás huiste... Incluso cuando te amenace con asesinarte y exparcir tus miembros por cada rincón de Egipto y hacer que tu alma sufriera de todos los males del mundo hasta convertirse en la nada ──Con lentos y pausados pasos fue acercándose a ella, hasta tenerla enfrenté y afilar su mirada, tratando inútilmente de intimidar la.

Kali rió con la misma inocente que tenían las personas a las que asesino en el pasado.

──Su excelencia parecer aún no entenderlo del todo ──Con una delicadeza y devoción que creía no tener, paso sus dedos por el rostro de la más alta, delineando la cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo y deteniendose en sus labios. Carnosos y con un natural tono rojizo, idéntico a una manzana madura──. Me he enamorado de usted.

Una carcajada resonó por todo el lugar.

──¿Te enamoraste de mí o de mi poder, diosa de la muerte? ──soltó sin piedad. pero kali no se inmutó, al contrario, parecía esperar aquella insinuación, pues sus ojos brillaron── . Sabes que nunca podré ofrecerte lo que tu esposo, ¿verdad?

Levantó el mentón de la menor, con fuerza bruta y rapidez.

Sus mirada chocaron, y ella respondió.

──Si ──susurró──. Me he enamorado de su poder, de su rostro, de sus cicatrices, de su personalidad, de su humor negro, de su oscura personalidad y cada centímetro de usted ──Atrajo la gran figura de la adulta hacía ella, posando una mano en su mejilla y otra en la cicatriz de su ojo──. Me he enamorado de usted como de ningún otro y no pienso rendirme, la conquistare y volveré mi esposa, incluso si me toma milenios. Jamás me iré.

Sus labios se acercaron, más no se tocaron.

──Entonces, déjame decirte que te estás condenando, mujer.

Kali volvió a reír.

──Y con mucho gusto, su excelencia.

──Llamame Dakil.

Y sus labios chocaron en un lento y apasionado beso, sellando así una promesa de amor que perdudaria por milenios, sin romperse jamás ❜❜.

Y sus labios chocaron en un lento y apasionado beso, sellando así una promesa de amor que perdudaria por milenios, sin romperse jamás ❜❜

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© Charlotte Autor
14/09/21

𝗛𝗔𝗕𝗜 𝗔𝗟𝗛𝗜    ✦    kali.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora