Ante la sociedad Kim Namjoon un coreano- italiano era un exitoso empresario, mientras que para los bajos mundos era un mafioso, inteligente, peligroso y letal asesino a sangre fría sin corazón.
Nadie lo tolera solo su inusual secretaria quien es cap...
Sale Stella furiosa de la oficina con el cabello alborotado,gritando y azotando la puerta.
- Algún día caerás Namjoon y pagarás por todo el daño que has hecho, hasta aquí llega tu estúpida, ser el más temido mafioso no te librará de tu cruel destino y cuando llegue ese día voy a estar ahí para reírme en tu cara maldito perro.
– Lárgate antes que te corte la lengua por habladora - le dije en tono calmado.
Después de una buena follada, me encontraba tan relajado como para pelear con una estúpida dramática.
– ¿Y ahora que pasó? - preguntó Isabela
– Lo de siempre, se cree que con venir a follar tiene el derecho de pedir o exigir, algo que obviamente jamás le daré y menos a una zorra como ella. Pero ya vendrá pidiendo más, la conozco.
Las relaciones formales, tener familia o una pareja estable para mí no eran tema de discusión, no estaba en mis planes, ni hoy ni nunca.
– Voy por el botiquín.
Se acerca e inclina hacia mí para limpiar la sangre que salía de mi labio roto. Huele dulce a lavanda y vainilla, jamás la había tenido tan cerca, puedo observar sus grandes ojos, su pequeña nariz y labios bien contorneados, por lo menos tiene bonitas facciones.
– Usted jamás deja que le toquen la cara.
– Por supuesto, de esto vivo - veo como rueda sus ojos.
– Me tomó desprevenido, después de todos estos años me sigue pidiendo formalizar, ¿Quién se cree?
– La puedo entender, hay sentimientos de por medio.
– Sentimientos la mierda, soy un mafioso, asesino, el sentimentalismo aquí no da. ¿Crees que alguien como yo, merece esa clase de vida? No Bianco, he pasado por mucho desde muy niño, yo no tuve una infancia buena, ni mis padres fueron una pareja normal, yo no quiero eso.
– No tenemos porqué repetir el mismo patrón Sr. Kim, podemos luchar, usted puede tener eso que no tuvo, pero depende de usted.
– Siempre dando buenos consejos Isa, ¿ te puedo llamar así?
Su sonrisa me provoca sonreír también, Bianco era la única que provocaba sonrisas sinceras
– Si gusta puede llamarme así. Debería cambiarse, hay una camisa extra en su clóset.
– ¿ Quieres ayudarme?
– Ni en sus sueños y más vale que se dé prisa porque tiene su entrevista.
– Solo tú tienes el valor de mandarme Isa, gracias por soportarme, sé que a veces soy un patán,pero te juro que soy buena bestia en todos los sentidos.
Dije burlesco mientras ella limpiaba mi escritorio.
Isabela Bianco mi mejor y más admirable secretaria, mía, jodidamente mía.
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