♪𝘈𝘯𝘵𝘪-𝘳𝘰𝘮𝘢𝘯𝘵𝘪𝘤♪ ☾JᥲƙᥱWoᥒ☽

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A pesar de haber quedado en salir, nunca dijeron exactamente cuándo saldrían y con el paso de los días Jungwon llegó a pensar que Jake simplemente se había arrepentido.

El castaño no le preguntaría por vergüenza...vergüenza sin justificación.

O tal vez sí tenía justificación. Jungwon observaba como Jake parecía abrirse más al mundo y a los sentimientos así que tenía ese pequeño miedo de presionar al chico.

Jake había estado últimamente hablando de aquel chico que había llegado nuevo a su clase, Park Jay.

La emoción de poder experimentar una especie de casi amistad con el chico de cabellos rubios se podía notar en Jake y sus pequeños cuentos del día que compartía con su compañero justo antes de dormir.

―Me alegro que te lleves bien con él ―sonrió Jungwon acomodándose en su cama.

Jake sonrió por unos momentos antes de ponerse neutral y mirar a su compañero. ― ¿Le caigo bien porque cambié? ¿Si no hubiese cambiado no le hubiese caído bien?

Jungwon dejó la cobija a un lado para sentarse en la cama. ― ¿Por qué crees eso?

―Lo conocí en medio de todo esto... ―Jake se silenció mirando los ojos de Jungwon, buscando una respuesta a la duda que lo abordó antes de poder conciliar el sueño.

Jungwon negó. ―No te puedo decir eso ya que no lo sé y no tengo manera de saberlo pero no debes sentirte mal, está bien como sea que existas, siempre y cuando tengas consideración.

―No cepillaste tus dientes, ve antes que se haga más tarde.

Lo que dijo Jake no tuvo nada que ver con lo que había preguntado anteriormente pero así era el pelinegro, saltaba de temas tan rápido.

Jungwon pasó su lengua por el borde de sus dientes superiores luego chasqueó la lengua para soltar una pequeña risa. ―Me interrumpiste.

―Cuida tus dientes, ve y hablamos.

En ese pequeño trayecto que tardó Jungwon en cepillarse, lavar su rostro y aprovechar de beber agua, al regresar se consiguió a su compañero recostado en una posición incómoda claramente dormido.

Se acercó a él para despertarlo pero apenas tocó el brazo del chico recibió una patada que lo mandó directo al suelo sin tiempo a sostenerse de nada.

Jake se frotó los ojos y lo miró. ―Perdón.

― ¿Acaso te criaste en medio de una guerra? ―preguntó el menor levantándose del piso mientras soltaba unos pequeños quejidos de dolor.

Jake se encogió de hombros. ―Costumbres que no puedo dejar, perdón.

Jungwon se lanzó encima de Jake espontáneamente, clavando sus dedos en las costillas de su compañero quien no tardó en reaccionar con los movimientos bruscos que provocaba las llamadas cosquillas.

― ¡Yang, Yang! ¡¿Qué haces?! ¡YAAAAAAAAAAAANG! ―las carcajadas del pelinegro resonaron en toda la habitación volviéndola cálida.

Las mejillas de Jungwon se enrojecieron por la presión que estaba haciendo al reír y la fuerza que estaba poniendo para que el mayor no se escapara tan fácil.

― ¡Jake! ¡JAAAAAAAAKE! ―chilló Jungwon cuando los dientes del mayor se hundieron en su brazo.

El mayor dijo algo pero no se le entendió por estar mordiendo al pequeño Yang. Lo repitió tres veces gracias a los "¿Qué?" de Jungwon hasta que por fin se dio a entender.