¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
➤➤➤
Jungwon no sabía cuándo el progreso de Jake dio un tirón a retroceder, el pelinegro había regresado a los comentarios crudos sin ningún tipo de sutileza, rostro inexpresivo y de silencio perturbador.
Sunoo frunció el ceño. ― ¿Luego de un par de días decidió cambiar su manera de ser nuevamente?
Jungwon asintió, mordiendo su mejilla interior con impaciencia, marcando su hoyuelo.
―No logro entender lo que pasó o el porqué, tomé un tiempo para analizar y siento que tal vez hice algo que no le agradó.
―Entiendo que sea un chico totalmente drástico en cuanto a sus sentimientos pero si te enfrentó el mismo día que pensó que hablabas mal de él, no creo que haya sido diferente esta vez, por lo que ya te lo hubiese dicho.
―El día de la salida estaba inquieto... ¿lo habré incomodado? ―la mirada brillosa del pequeño Yang se clavó en su amigo.
El rubio suspiro, negando con una sonrisa. ―Wonie, eres un completo ángel, ¿qué puede incomodar viniendo de ti? ¡Eres un peluche andante, dan ganas de abrazarte!
Jungwon abrió sus ojos. ― ¡Abrazos! ―señaló―, seguro violé su espacio personal y por eso está molesto.
Sunoo no paró de negar. ―No lo creo, es algo tonto...bueno, no es que sea tonto molestarse por el respeto a su espacio personal pero lo más probable a pasar es que te lo hubiese dicho en ese preciso momento, Jake es directo.
El pequeño castaño ya se le agotaba las ideas, su miedo iba de la mano con la ansiedad quebrando cada una de las variantes razonables.
Sujetó la mano de su amigo con fuerza, mirándole. ―No quiero que Jake se aleje.
El rubio resopló, pasando una vista al lugar antes de volver a los ojos de su amigo. ―Jungwon, sé que Jake te-
― ¡No lo digas! ―el castaño estrelló un pedazo de pan contra los labios de su amigo.
Sunoo mordió el pedazo de pan junto a los dedos de Jungwon haciendo que el castaño soltara un quejido. El rubio masticó gustosamente el pan mostrando una sonrisa entretanto.
―Sunoo, me están sudando mucho las manos, ¡más de lo que normalmente pasa! ¿Debería preocuparme más?
―Jungwon, deberías relajarte por unos segundos antes que entres a tu lapso histérico...otra vez.
El pequeño Yang se sentía en un sube y baja de emociones distintas y para nada buenas.
Su calma terminó de fracturarse al escuchar la voz de su compañero a sus espaldas, conversando con sus nuevos conocidos, Jay y Sunghoon. Ahí, Yang sintió una verdadera oleada de nerviosismo recorriendo su sistema y extendiéndose a todas las partes existentes en su organismo.
