Taehyung
Esta tiene que haber sido la mañana más larga en mi vida. Me trague las palabras del juez y las tire a la basura. En donde vuelva a ver a el hijo de puta de Mark le parto la cara. Solo quiero que esa mujer entienda de una vez que yo no quiero volver a verla nunca. Para mi esta muerta.
—Taehyung, ¿escuchaste al juez no? No quiero que repitas esto. — Seokjin mi hermano mayor se dirige hacia mi mientras salimos del juzgado. Siempre a mi lado, responsable y demasiado preocupado por todo
—No planeo repetirlo a menos que el imbécil se me ponga enfrente
—Basta Tae. Si Owen se entera te va a mandar a la mierda
—Que intente— bufo mientras subo a mi auto y dejó a Seokjin con la palabra en la boca
Las calles de California se sienten más que calientes cuando se aproxima el verano. Hoy marcan 2 años desde que regrese de nuevo a mi hogar y al igual que hace 10 años cuando deje California, todo sigue siendo una mierda. Por eso me dedico a vivir el presente, a disfrutar el momento y los placeres que me da la vida. Owen no me puede tocar un puto pelo porque desde que regrese es Seokjin con el que vivo, él es el que me ha ayudado y al único que de verdad escucho de vez en cuando.
Narrador omnisciente
El tráfico en california es pesado como de costumbre, Taehyung se encuentra entre los coches. Cambia velocidades en su Ferrari negro, retiene y deja ir el motor que, potente, lo impulsa como una ola en el tráfico.
El sol está ascendiendo en el cielo, es una bonita mañana. Ella se dirige al colegio, él todavía no ha ido a dormir desde la noche anterior. Un día cualquiera.
Sólo que como por arte de magia ambos se encuentran en el semáforo. Y este día parece que no será como los demás.
El semáforo está en rojo.
Él la mira. La ventanilla está abierta. Un mechón de pelo rubio oscuro descubre a trozos su cuello suave. Un perfil delicado pero decidido, los ojos marrones y oscuros, grandes, dulces y serenos, escuchan embelesados y entornados una canción que suena en la radio. Tanta calma lo impresiona.
—¡Ey!
Ella se vuelve hacia él, sorprendida. Él le sonríe, parado junto a ella, sobre aquel Ferrari negro, sonrisa de revista, lentes negros oscuros, los hombros anchos, la tez bronceada.
—¿Te gustaría dar una vuelta conmigo?
—No
—Vamos, te llevare a conocer por ahí
—No, voy para el colegio
—Pues no vayas, disimula, ¿no? Te recojo ahí delante.
—Disculpa. —La sonrisa de ella es forzada y falsa— Me he equivocado de respuesta. No quiero dar una vuelta contigo.
—Vamos mira que conmigo te divertirías...
—Lo dudo.
—Una vuelta para distraerte resolvería tus problemas.
—Yo no tengo problemas.
—Esta vez soy yo el que duda.
El semáforo está en Verde.
El Mercedes Benz clase E, acelera hacia delante dejando que se desvanezca la sonrisa descarada de él. Su padre se vuelve hacia ella.
—Pero ¿quién era ése Lisa? ¿Un amigo tuyo?
—No, papá, para nada sólo un imbécil...
Algunos segundos después, el Ferrari negro se acerca de nuevo. Muy pegado al lado del Mercedes, si el joven estira la mano puede tocar la ventana de la chica, aquello no debería suponer un gran problema. ¿cierto?
El único que parece tener alguno es su padre.
—Pero ¿quién es ese inconsciente? ¿Por qué se acerca tanto? ¿Lo conoces Lisa?
—No lo sé. Tranquilo, papá, yo me encargo...
Se vuelve decidida hacia él.
—Oye, ¿no tienes nada mejor que hacer?
—No
—En ese caso, búscatelo
—Ya he encontrado algo que me gusta
—¿Se puede saber qué es?
—Ir a dar una vuelta contigo. Vamos, te llevaré a la playa, iremos en mi coche, luego te invito a comer y te devuelvo justo a la salida del colegio. Te lo juro. Te devuelvo sana y salva
—Me parece que tus juramentos deben de valer bien poco para que jures así de fácil.
—Eso es verdad —sonríe—, ves, ya sabes muchas cosas sobre mí, di la verdad, te parezco atractivo no es verdad?
Ella se ríe y sacude la cabeza.
—JAJA Buen intento —y abre un libro que saca de su costosa mochila de piel— pero aún tengo que pensar en mi verdadero y único problema.
—¿Cuál es?
—La interrogación de latín.
—El Latín es un idioma muerto
—Exacto
—"Exacto" ¿Qué? — hace mueca de no entender
—Es un idioma muerto, muerto, así como las posibilidades de que salga contigo— la chica le dedica una sonrisa sarcástica
Él sonríe y resopla —Vaya, y yo que Creía que tu problema solo era el sexo.
Ella se da la vuelta, enojada. Esta vez ya no sonríe, ni siquiera para bromear. Ella aprieta un botón y la ventanilla eléctrica empieza a subir. Él espera hasta el final, toca levemente la venta y habla
—Nos vemos bonita
No le da tiempo a oír su seco "No". Se ladea ligeramente hacia la derecha. Emboca la curva, reduce la marcha y adquiere potencia desapareciendo veloz entre los coches. El Mercedes continúa su recorrido, ahora más tranquilo, hacia el colegio.
—Que Demonios! ¿Sabes quién era ése? — La cabeza de Emma su hermana se asoma de repente entre los dos asientos —Es Tae, lo llaman Hades todo una leyenda y master de carreras de coches
—¿A si? A mí me parece sólo un idiota.
A continuación, abre el libro de latín y empieza a repasar. Repentinamente, deja de leer y mira hacia fuera. ¿Es realmente ese su único problema, no entender el latín? Por supuesto que no, pero y, de todos modos, qué más da, lo más probable es que no lo vuelva a ver. Se concentra de nuevo en su libro. El coche gira a la izquierda, hacia Minford Academy
"Sí, yo no tengo problemas y no lo volveré a ver." Se dijo a sí misma, sin saber realmente, hasta qué punto se equivoca. Sobre ambas cosas.
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Bajo las Riendas del Amor
FanfictionLas chicas como Lisa se esmeran en sus estudios, hablan del último grito de la moda y se preparan para encontrar al amor de sus vidas: los chicos como Taehyung prefieren la velocidad, la violencia, el riesgo y la camaradería de las bandas, y cosas n...