꧁Capítulo 1꧂

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Suspiro al ver la leña de mala gana, le gustaba ayudar, de eso no había duda, pero el que Deamon no supiera manejar el temperamento de esa mujer lo estaba cansando a él también, le pidió llevar leña a una cabaña, le extrañaba ya que pensaba que Leah no quería vivir ahí, pero no quiso preguntar, realmente quería evitar una plática llenas de quejas de ese macho, hasta podía aguantar el mal genio de Ana, antes que las quejas de el.

Miro hacia el cielo y vio lo nublado que estaba, comenzaba a hacer mas frio de lo normal, se pondría su chamarra en cuanto subiera a la camioneta, se movió rápido y comenzó a subir la leña a arriba de ella, cerro la cajuela y suspiro, juraría que un día de estos la barba se le congelaría, sonrió por ese pensamiento tan tonto, suspiro de nuevo, el quería llegar a su casa y dormir, abrió la puerta de la camioneta y se puso su chamarra, se acomodo en el asiento y arrancó hacia la cabaña que le dijo Deamon.

Miro el paisaje, ya estaba por nevar, llevaría un poco de leña a su casa, era claro que el clima se mantendría de esa forma por unos días. Después de unos 20 minutos la vio, estacionó y bajó, bajo la leña, y se encamino a la puerta, vio los focos encendidos, acomodo en la puerta, tocó y escucho un ajetreo, después la voz de Leah molesta y después la de Deamon, Lowe suspiro, iba a dejar la leña en el piso y se iba a ir cuando escucho unos pequeños pasos apurados, la puerta se abrió de golpe, impresionándolo un poco.

Un niño de cabello negro, algo largo, ojos del mismo color que su cabello, su piel era de un color pálido, la curiosidad en sus ojos le causo algo de gracia, el niño le sonrió ampliamente al verlo, Lowe se impresionó ante eso, pero le devolvió el gesto, se agachó a su altura, era raro ver a un niño humano en La Isla.

-Hola pequeño, ¿Tu quien eres?.- La voz de Lowe sono calmada y baja, no quería asustarlo.

El niño lo miro curioso, pero aún así le hablo.

-¡Hola! Yo me Llam...-

Pero la voz de una mujer lo interrumpió.

-¡Noe!.-

Ambos voltearon a ver a la mujer, que estaba algo exaltada, estaba parada al final del pasillo, el ceño de ella estaba fruncido, le dio una mirada de desaprobación al niño.

El niño corrió y abrazo a su mamá sonriente, ignorando por completo esa advertencia por parte de su madre, Lowe soltó una sonrisa tenue, ella le sonrió negando con la cabeza al niño, después dirigió su mirada a el, el corazón de Lowe se detuvo.

El gimió bajo y trago grueso, era la mujer más hermosa que halla visto, ese cabello negro, esos ojos, negros, esos labios carnosos y esa ceja tupida, era preciosa con esa piel tan blanca, era obvio que el niño era su hijo, era su viva imagen, ella se dirijo a él lentamente, el corazón de el latió con fuerza, podía sentir los latidos hasta sus orejas, el aspiro su aroma y ronroneo, ella paro en seco y el se aclaró la garganta nervioso.

-Disculpa, es algo de nosotros, no es ninguna amenaza ni mucho menos.- Desvió la mirada avergonzado.

Ella asintió y siguió caminando hacia el, se aclaro la garganta y camino con mas confianza, eso quería decir que ella ya estaba familiarizada con su gente, era extraño, el iba de un lado a otro, de The Past a La Isla y viceversa, nunca la habia visto.

-Una disculpa, Noe suele ser así de apresurado, está emocionado de estar aquí, me llamo Lily.- Su voz fue baja, gentil, pero firme.

Le extendió la mano, el la miro y después a su mano, reconocía ese saludo y le estrecho la mano, sintió una calidez sinigual, el frunció el ceño.

-No hay problema, mi nombre es Lowe, Deamon me pidió traer algo de leña.- Su voz sonó realmente baja, no quería alarmarla.

-A si, lo menciono, deja le...- Pero la voz de Deamon la interrumpió.

LOWEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora