𝑻𝒉𝒆 𝑶𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑮𝒊𝒍𝒎𝒐𝒓𝒆 𝑮𝒊𝒓𝒍 || 𝐆𝐢𝐥𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬

𝗙our: 𝗧he 𝗱eer 𝗵unters

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❛❛「Cuatro: CAZANDO CIERVOS (CACERÍA DE VENADOS) 」 ❜❜

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Rory Gilmore

El autobús llegó a la parada en Chilton y me apuré a bajar con mi mochila, cruzar la calle para luego regresar y repetir el proceso dos veces más. Pareciera que fuera a vivir a Chilton y la verdad es que todo esto es para un solo día.

En clase, el Sr. Medina estaba entregándonos los resultados de la prueba anterior.

— Buen esfuerzo de algunos. Excepcional esfuerzo de tres. La Srta. Geller. La Srta. Grant. Y la Srta. Gilmore.

Cuando creí que me daría la prueba a mí, terminó dándosela a Lory. Excepcional. Vaya que sí es buena en las clases.

— Sr. Graham. Srta. Gilmore —ahora sí me dio mi resultado a mí—. Debería ser más como su hermana. Llévese eso. Aprenda de sus errores.

¿Una D?

¡¿UNA D?!

— Vean los grandes círculos rojos en varias partes de sus exámenes como un recordatorio de que errar es de humanos. Y que aquí, en Chilton, tratamos de vencer ese humanismo, en cada uno. Muy bien, lo que sigue: el examen. El temido examen. ¡Shakespeare! El hombre del que hemos venido hablando las últimas tres semanas y que finalmente volverá a inquietarnos el viernes. Será fuera de serie, amigos. Selección múltiple con una sección de ensayos que contará el 20% de sus notas este semestre. No se engañen con mi rostro de bondadoso y encantadora personalidad. Este examen será difícil, y no habrá enmiendas.

La campana sonó y la mayoría empezó a aguardar sus cosas. Mientras yo seguía en mi estado de shock y con ganas de llorar. Lory se dió cuenta de mi estado, lo sé porque sentía una fuerte mirada en mí y sabía que era ella.

— Que difícil —oí la voz de Paris dirigiéndose a

— De muerte.

— ¿Qué sacaste?

—A.

— Yo también.

— Pequeño mundo.

— Madeline, ¿qué sacaste?

— Sabes que una B.

— B no está mal. Además es respetable. Pero una D, amiga —dijo ya viéndome a mí—. Eso ya es como para preocuparse.

— Un grito de auxilio.

— Solicitud de empleo en McDonald's.

— Bien, Paris ya sé a donde iré a verte cuando repruebes.

— Siempre tienes que defenderla, ¿no?

— Y tú siempre tienes que ser una total perra, ¿verdad?

— Srta. Gilmore —le advirtió el Sr. Medina.

— Lo siento —dijo alto para que él escuchará y luego se volteó a Paris y le susurró en el oído algo. No sé qué fue porque no oí, pero Paris se puso nerviosa después de eso—. Deja de molestar, ¿quieres?