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"donde a Lee MinHo le gusta mucho un chico que va frecuentemente a su cafetería, aquel chico llamado Han JiSung lo hace sentirse raro; aturdido y sin saber que hacer con esos sentimientos, acude a la persona que los provoca para averiguar e...
𒑱 glosario al final del capítulo. (capítulo largo, perdón TT) 1133 palabras
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MinHo arrastraba sus pies con suma pereza, mientras que un chico de tez blanquecina lo miraba con una sonrisa.
—¡Vamos, MinHo! Levanta ese ánimo que tienes, debes atender tu cafetería y si quieres, en la tarde salimos al parque por un helado o a tomar aire fresco —le propuso en un escaso intento de hacer sonreír un poco a su amigo.
Él solo se limitó en hacer un extraño sonido desganado y mirarlo con una expresión deprimente.
—No estoy de ánimo hoy, Chris; tal vez otro día te pueda dedicar una sonrisa y salir a tomar aire, pero no hoy, lo siento —respondió con un débil tono antes de retirarse del mostrador.
Chan no sabía que hacer, su amigo había estado más alicaído de lo normal. Soltó un corto suspiro y siguió con lo que estaba haciendo.
Mientras, MinHo estaba sentado en una de las sillas que había en la cafetería; con su mentón apoyado en su mano, miraba hacia la ventana lleno de nostalgia.
Cuando era más pequeño, solía pasear con su padre por aquel calle en el exterior; un día, dejó de hacerlo sin razón alguna. Su décimo cumpleaños fue el último día que vio a su padre.
Dejó esos recuerdos a un lado cuando la pequeña campana sonó, indicando que un cliente nuevo había llegado.
—Buenos días —dijo con un falso tono de alegría, al igual que su sonrisa.
—Buenos días, voy a querer un capuchino con un pastel de dulce de leche por favor — pidió con un tono meloso y una sonrisa suave.
—De acuerdo —Respondió de forma casi neutra.
Mentiría si dijera que no pensaba que la chica era linda, claro, era preciosa pero no sentía atracción alguna. Siendo sinceros, nunca sintió atracción por alguien, ni sexual, ni física, ni emocional; a sus veinticuatro años no había tenido relaciones sexuales ni alguna relación amorosa y siendo sinceros, a quién le importaba.
La chica sólo se sentó en una de las mesas y sacó su celular, revisando redes sociales.
Chan se acercó y le dio un pequeño empujón en el hombro con una sonrisa en la cara.
—Es preciosa ¿y si le pides su número? —dijo Chris en un tono algo coqueto y emocionado.
—Consiguelo tu mismo Chris. —Rodó los ojos.
Hace un tiempo, Chan habia hecho la misma petición, pero la chica solo se fue diciendo que nunca saldría con extranjeros, alejandose con una cara disgustada, no era la primera vez que oía algo así. Despues de esa vez, dijo que jamás lo volveria a hacerle ese tipo de favores, no queria escuchar comentarios despectivos sobre su amigo.
