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Destino bello que tanta crueldad haces, dejando a millones sin pareja, sin vidas dignas y devastadoras batallas en callejones oscuros, eres cruel por diversión y desconsiderado a propósito, ¿Cómo es posible? ¿Qué te hemos hecho?

¿Podrías perdonar a este tramo de humanidad?

— ¿Me esta diciendo que su pareja predestinada es mi hijo? Solo tiene 9 años, ni siquiera se ha presentado todavía— la mujer hablo fuertemente, impidiendo que la alfa mirara siquiera dentro de su casa, TaeHyung estaba jugando atrás de su madre, pensando que la vecina había llegado para darle algo a su mamá, pero esta solo intentaba cerrar la puerta.

— Puedo sentirlo, he vivido el tiempo suficiente para haber visto alguna que otra pareja predestinada, déjame hablar con él, seguro que el lo siente también...— la alfa intento abrirse espacio para entrar a la casa, pero el instinto de la omega fue más fuerte y gruñó con fuerza, intentando pobremente intimidar a la alfa.

— ¡Llamare a la policía si sigue aquí, es solo un niño sin presentar! — TaeHyung miraba como su madre intentaba cerrar la puerta con fuerza, luchado contra la otra mujer que era mil veces mas fuerte, era una persona de la tercera edad, pero seguía siendo una alfa, había años de poder en su ser, mientras que la omega de su madre, triste y solo viva por TaeHyung, sin un alfa que los cuidara de ese tipo de cosas.

El niño como pudo dejo sus cosas en el suelo para ayudar su madre a cerrar la puerta, estaba nervioso porque su madre lo estaba igualmente, pero cuando empezó a jalar la puerta su madre lo empujo con fuerza al suelo, lastimándolo y alejándolo de la puerta.

— ¡La policía me permitirá acercarme, las parejas predestinadas son una maravilla de la naturaleza, no puedes evitar que estemos juntos!

—¡Usted ya tiene un omega, este niño no es nada todavía, todo está en su cabeza!

TaeHyung solo quería ayudar, pero con ese empujón le quedó muy claro que su madre no lo quería cerca, así que con esos conocimientos de un niño de 9 años fue por el teléfono de su madre, el numero de emergencia era esencial, debían de saberlo todos los niños de su clase y en general todas las personas.

Escuchaba los gritos de su madre y la vecina en el otro cuarto, lo ponían tan mal que sus manos no dejaban de temblar, no tenia un lazo como tal con su madre, ya que en esencia, solo su omega lo quería y la obligaba a cuidarlo, su padre los había dejado hace unos años, su madre apenas sobrevivió por tener un hijo que todavía dependía de ella, pero en realidad, al ser TaeHyung la viva imagen de su ex alfa, el resentimiento caía en el niño de 5 años que en ese entonces era, ahora con 9 años, su madre había tomado una posición mas automática, todo lo dejaba a su omega, era la encargada, por eso mismo había alguien defendiendo la puerta de una alfa invasora, por eso había comida en su mesa, ropa limpia en sus muebles, juguetes buenos y casi nuevos, un uniforme y útiles escolares de excelente calidad, no por su madre, sino por la omega de ella.

Marcó el numero con las manos temblorosas y espero, escuchando los pitidos de la llamada por ser tomada. Seguía escuchando los gritos e intentaba recordar lo que sus profesores siempre les decían que debían decir cuando hubiera una emergencia y llamaran a la policía.

Buenas tardes, servicio ¿Cuál es su emergencia? — la mujer que le contesto sonó robotizada, pero sabía que era una persona real. Una vez en su escuela fue un policía y les dijo que cuando llamaban sí contestaban personas reales, pero que siempre debían estar serias porque es lo que su trabajo requería. Lo recordó así que no se puso tan nervioso a la hora de hablar, recordaba sus líneas, su información y sabía en qué situación estaba y por qué debía informar.

— Hola, me llamo Kim TaeHyung, tengo 9 años y vivo en...— el niño dijo toda su información para identificarse, incluso estaba calmado, creía haber escuchado como golpeaban a su madre, pero su gran misión era traer a la policía, ella misma lo había dicho, ella ahora no podía llamar, pero él podía hacerlo.

Besos de pestañas |YT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora