Lost.

3

Salí como una furia hacia quien sabe dónde lo único que quería era que este día llegase a su fin e irme de este maldito instituto ¿Quién se creía ese idiota para tratarme así? Kendra tenía razón él era un idiota, el más grande de todos.

Solo tenía una palabra para describir a Sean y era PATÉTICO, era un completo patético, patética la forma en la que habla, patética la forma en que camina, patética la manera en que me intimidaba, patético él, Dios quien me entiende-estaba tan concentrada en murmurar cosas sobre Sean que no me di cuenta que la campana ya había sonado, maldición, corrí tan rápido como pude hacia mi salón de clases Biología con la señorita Rose, una mujer insoportable tan insoportable que dudo un gato quisiera vivir con ella, gire a la derecha corrí por el largo pasillo hasta el final y por fin llegue, miré hacia mi reloj, 7 minutos tarde, genial.

-Señorita Blaire ¿Está su reloj descompuesto o acaso sufre usted de sordera?- me dijo ella, mis mejillas se sonrojaron al escuchar por lo bajo las risas de los demás- las campanas sonaron hace ya 7 minutos- dijo mirándose la muñeca fingiendo tener un reloj en ella - pase - me dijo, me quede mirándola por un momento pensando en las tantas blasfemias que podría decirle - señorita Blaire! No tengo toda la mañana - me gritó - como la odio, con la cabeza apuntando hacia abajo pase directamente al único puesto vacío y para mi mala suerte era justo el que estaba enfrente, nadie quería estar cerca de esa mujer.

Tras escucharla hablar sobre el aparato reproductor femenino y masculino y escuchar las tontas risas de Mason cada vez que se nombraba cada una de sus partes por fin tocó la campana, todos agarramos nuestras cosas para salir de una vez por todas.

-Les queda de tarea investigar las funciones del aparato reproductor femenino y masculino- dijo Rose antes de que pudiéramos salir, me sentía tan aliviada, pero cuando escuché como su desagradable voz decía cada una de estas palabras mi día se arruinó.

Salí hacia el pasillo para alistarme para mi próxima clase, Cultura Física, por fin algo que me agradaba, deje mis cosas en mi casillero saque mi uniforme y me dirigí a los vestidores, guarde la ropa que tenía puesta y fui hacia el gimnasio, y ahí estaba Sean hablando con Mason y otros chicos más me preguntaba que sería peor aguantar el mal humor del idiota patético e irresistible Sean o al tonto de Mason, y en un cerrar y abrir de ojos me di cuenta que él estaba viniendo hacia mi ¡Dios mío! Sean estaba caminando hacia mí, quizá él esté arrepentido por cómo me había tratado quizá y Kendra y yo estemos equivocadas y él no era un idiota.

-¿Qué me miras tortuga? ¿Acaso no piensas que vengo hacia a ti a pedirte perdón... o sí?- me dijo al pasar al lado mío él ni siquiera me miro, que tonta, se estaba dirigiendo hacia Victoria que estaba detrás de mí, escuche como las risas de Victoria se soltaron cuando escuchó a Sean llamándome tortuga, tenía ganas de explotar en lágrimas ¿Por qué él tenía que tratarme así?, y lo peor ¿Por qué tenía que hacerlo enfrente de la perra de Victoria?, el deslizó sus brazos alrededor de su cintura mientras ella lo rodeaba por el por el cuello.

-Suéltalo - pensaba- no lo toques ¡idiota!- me gritaba en mis adentros- tener tetas y culo no es todo- me repetía, mis pensamientos iban a acabar conmigo si seguía así, decidí no pensar en eso en borrar esa desagradable imagen de mi mente y concentrarme en las palabras del entrenador.

-Jugaremos al ponchado, ustedes saben las reglas, dos equipos al que lo tocan queda eliminado que lo disfruten- dijo yéndose a sentar en un lado de la cancha nos dividimos en dos equipos Sean y Victoria estaban en mi equipo contrario, tenía tanta rabia que sentía le podría dar justo en toda la cara a Victoria - que empiece el juego - grito el entrenador - Era muy buena jugando esto, se me hacía demasiado fácil mi primera víctima fue kendall, después elimine a James hasta que perdí la cuenta, no tenía idea de cómo Victoria aún no salía eliminada ella era tan frágil como una flor... jajaja ¿Victoria una flor? Sólo si ésta era tan plástica como ella, sólo quedábamos 4 en la cancha el guapo y fornido Patrick en mi equipo, Sean, Victoria y yo, no dudé en arrojar el balón hacia la cara de Victoria, para mi mala suerte ella alcanzó a cubrirse con sus manos pero al menos la elimine, Sean había eliminado a Patrick ¿Era esto una broma? Sean marcó una sonrisa en sus labios pero no eran de esas sonrisas que mostraban amabilidad, era una sonrisa sarcástica, y aun así yo era la estúpida que amaba esa sonrisa, escuché como Patrick me daba ánimos desde el costado de la cancha, le sonreí pero no perdí la vista de Sean tenía que hacer esto por mí, y por mi orgullo, el lanzó una pelota que venía tan rápido y fuerte yo apenas alcancé a esquivarla.