Ataraxia |World Trigger|

Ser o no ser del tipo hablador

Hyuse nunca fue del tipo hablador.

En Tamakoma incluso podían pasar de su presencia -ya había sucedido algunas veces aunque nunca de manera intencional evidentemente, aún así ocurría-.

—¿En Miden no existe el personal dedicado a esta tarea?

Chika tomó unos vegetales y los colocó en el carrito.

—Aquí en Japón ya no es común. Hnmm... ¿me pasas una de  las cajas que están detrás tuyo, por favor?

Hyuse se volteó para encontrar las cajas que pedía la menor y al pasarle el objeto pudo ver una etiqueta con garabatos en la cara superior que no pudo leer. Supuso que especificaba el contenido de la caja, de todos modos.

Terminaron tomando lo que necesitaban del pasillo de comida orgánica y pasaron a lo siguiente que decía la lista de compras. La carne.

—En este lugar de alimentos gratis puede acceder cualquier persona ¿cierto? —preguntó tratando de disimular el asco que sentía cuando miró sobre la vitrina las carnes frescas y chorrreantes de sangre que ofrecían. Chika rió por lo bajo, tratando de no ser vista por su confundido acompañante o este la malinterpretaría.

—No es comida gratis, la pagamos con lo que aquí llamamos dinero. Y claro que puede entrar cualquier persona mientras quiera comprar la comida y pagarla honestamente.

—¿Eso significa que existen otros motivos por los que una persona podría entrar?

La joven puso a andar el carrito hacia adelante para continuar el camino.

—Algunas personas no tienen dinero y entran a tomar comida sin pagar por ella.

Hyuse asintió ligeramente con la cabeza en ademán de estar asimilando la información. Cuando cambiaron de pasillo y pasaron al último, donde estaban las frituras y golosinas, el chico volvió a hablar.

—Tomar alimentos sin pagar se llama robar ¿cierto? —comentó. Yōtarō se lo había explicado una vez y terminó recordándolo a tiempo para usarlo en una conversación. Aún si aquella oración con el nuevo término esperaba una confirmación.

—Así es.

De nuevo quedaron en un silencio pero no era incómodo. Hyuse no era del tipo hablador y eso Chika lo sabía desde hace meses que convivía con el rubio cuando iba a Tamakoma. Aunque, últimamente la pelinegra podía notar que cuando estaban solo los dos, el muchacho siempre buscaba decir algo. Como si no quisiera que el intercambio de palabras muriera tan pronto. Y claro, eso la alegraba.

Terminaron de tomar todo lo necesario y fueron a la caja registradora más cercana. A Chika se le escapó otra sonrisa cuando contempló disimuladamente la expresión fascinada de Hyuse al entregar billetes y algunas monedas que completaban el precio por todos los productos. Ambos salieron del establecimiento con varias bolsas.

—Es un poco extraño que aquí en Meeden estén dispuestos a intercambiar sus recursos por simples pedazos de pergamino.

Chika solo sonrió por la tranquila tarde que había tenido. Luego de caminar un rato pensó que lo correcto sería hacer descansar al muchacho en un parque cercano. Era lo más sensato después de recordar que el peso de las bolsas de su acompañante era mayor a las de ella. 

—¿Y cómo hacían en Aftokrator para obtener alimentos? —empezó la conversación esta vez.

—Hnm... para empezar, teníamos sirvientes dedicados a surtir las cocinas con lo necesario. Yo no era parte de ellos, pero una vez mi maestro me dijo que allá también había lugares donde podías obtener alimentos por medio de un intercambio o a la fuerza.

—¿Se peleaban por la comida?

—No. Me refiero a que los mercaderes no podían negarle alimentos a los sirvientes que venían de casas influyentes. Mi maestro era parte de ese prestigio.

—Oh, ya entiendo.

El silencio se hizo de nuevo, cada uno pensando por su lado y disfrutando del hermoso atardecer. En algún momento, Hyuse sintió un peso extra en su hombro. Miró de reojo y pudo ver a Chika apoyada sobre él. No fue extraño en absoluto, más bien, sintió un ligero cosquilleo en su pecho.

—Los de Miden son algo interesantes —habló aún si no era una pregunta para empezar una conversación.

Oh, allí estaba de nuevo, esa pequeña sonrisa que le regalaba la joven era capaz de bajar las barreras de Hyuse al mínimo y lo obligaba a siempre buscar algo qué decir para verla de nuevo.

—Me alegra que creas eso.

—Espero que sigas enseñándome más cosas.

—Me encantaría.

Hyuse no era del tipo hablador, pero cuando estaba con Chika, por alguna razón, se le olvidaba esa actitud reservada que tomaba inconscientemente con los demás y dejaba brotar su curiosidad en preguntas que alegraban a la muchacha. Si es que ella creía que no era vista cuando sonreía pues se equivocaba. Hyuse incluso podía considerar que sus preguntas ya no tenían el objetivo de ser contestadas, la sonrisa que le dedicaba era toda la respuesta que necesitaba su consciencia.

Sip, esto es Hyuse×Chika.

Y si alguien piensa en esto como Hyuse asaltacunas, pues déjeme decirle que tiene toda la razón :v Hyuse tiene 16 y Chika tiene 14. Sin embargo, pueden ver que sólo es una bella relación al estilo slow burn uwu

Bye <3