'𝑰 𝑵𝑬𝑬𝑫 𝑼' [𝑃𝑎𝑟𝑘 𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛 𝑦 𝑌𝑢 𝑁𝑎-𝑏𝑖]

①...

Mis gritos desesperados rogando por ayuda no son lo suficiente para que alguien pueda salvarme, el fuerte golpe que recibí en mi estómago hace que me falte el aire para continuar haciéndolo y trato de volver a tomar el control de mi respiración cuándo ellos me toman por ambos brazos para después hundir mi cabeza en el inodoro.

Forcejeaba una y otra vez, pero la fuerza de ambos era mucho mayor que la mía y sólo forzaban más el agarre de mis brazos.

Toda mi cara se encontraba empapada de agua, mis lagrimas ni siquiera eran visibles porque esta las cubría y tan sólo escuchaba cómo ellos reían tan divertidos cuando me hacían esto, cuando creaban de mi vida un infierno.

—¿Sientes eso? Ahora te miras cómo lo más asqueroso.

Carcajadas por parte de ambos salieron.

—Tranquila, la diversión no a terminado.... -- en medio del miedo y lágrimas, él sostenía en su mano una afilada navaja.

Se acercaba a pasos sobre mi, inclinándose a mi altura mientras que en sus ojos se reflejaba la aterradora intención que tenía para hacerme.

—Quiero escucharte suplicar-- mis lloriqueos fueron aún más fuertes cuando lastimaba mis piernas frenéticamente haciéndolas sangrar, hasta que...

Me levanté bruscamente y toqué mi pecho cuando sentí que este se movía aceleradamente. Mis lágrimas recorrían por mis mejillas al igual que las finas capas de sudor.

Estas horribles pesadillas otra vez.

Tome el celular que deje debajo mi almohada y torpemente me percaté de que estaba llegando tarde a primer día de clases en la nueva universidad.

—¡No, no, no!

Corrí hacia el baño y lavé mi cara, seguido de esto lave mis dientes y maldeci en todos los idiomas posibles porque ni el tiempo para darme una ducha tengo.
Regrese a mi habitación y me quite la pijama para colocarme ropa interior limpia, luego tomé lo que elegí la noche anterior para usar el día de hoy e ir a la universidad.

Cepille mi cabello dividiéndolo en dos, y rápidamente tome un pasador color negro para insertarlo en el lado derecho de mi cabello, pues combinada con mi atuendo.

Coloque en mi mochila algunos libros que serian de utilidad para hoy y me coloqué esta sobre los hombros ya lista para finalmente bajar.

Papá y mamá estaban en el comedor desayunando tranquilamente y yo me acerqué para tomar una manzana que se encontraba en el centro de la mesa.

—Cariño, ¿no vas a desayunar algo?

—Lo siento mamá, estoy llegando realmente tarde a mi primer clase-- dije y ella rodo los ojos-- Te prometo que comeré algo en mi descanso y tranquila, esta manzana me la comeré en el camino.

–Bien, vamos. No hay que atrasarse más.

Papá se levantó rápidamente tomando las llaves del auto para llevarme a la universidad y de paso llegar a su trabajo.

......

—Suerte cariño-- papá habló-- verás que en esta nueva etapa todo será diferente.

Yo asentí sonriente y besé su mejilla para luego bajarme del auto.

No pienso decirle que tuve una de esas pesadillas otra vez. No quiero preocuparlos más.

Suspiré fuertemente observando la universidad.

Papá tiene razón, está vez todo será diferente, nadie más va a provocarme ese miedo y mucho menos va a lastimarme.

Camine hasta ingresar a ella y las voces de todos los estudiantes retumbaron en el pasillo y mi mirada se posicionó en todos lados.

¿Por qué nadie nota que hay una alumna que no tiene ni idea de dónde queda su salón?

Note que a unos pasos de mi se encontraba la oficina de directores y no quedaba más opciones, tenía que ir ahí para que me guiaran a mi aula.

Minutos después, la persona que tomaba el lugar de supervisión me llevó rápidamente al salón correspondiente, e ingresamos sintiendo la mirada de todos sobre mi.

—Muy buen día, profesor. Lamento la interrupción, pero el día de hoy una estudiante nueva se integra con nosotros.-- dijo y asintió.

–Adelante.

Tome el asiento desocupado que se encontraba detrás de una chica pelirroja y mire al profesor.

—Sea bienvenida a mi clase de Literatura-- exclamó extendiendo ambas manos y sonriendo amable-- Espero que mi materia sea de su agrado.

Sonreí devolviendole el gesto y la mujer de supervisión se despidió haciendo una reverencia para luego salir del aula.

Por supuesto que me agradará, la literatura y yo somos inseparables. Papá me dijo que aquí se encuentra una pequeña biblioteca, así que esa es una idea de que este nuevo cambio no será tan malo.

La clase continuó y yo anotaba repentinamente algunas cosas que me parecían interesantes o al menos que no debería dejar pasar.

Segundos después, el sonido que indica el tiempo final de la clase se hace escuchar por los pasillos y todos suspiran al unísono.

–Bueno jóvenes, nos vemos el día de mañana en la siguiente clase.

Todos asintieron, mientras que yo miré en mi cuaderno el horario correspondiente de hoy. La siguiente clase era Física.

El siguiente profesor ingresó al aula dando los buenos días firmemente y yo solté un largo suspiro disimuladamente.

.........

De camino a casa mi padre preguntaba sobre mi día en la nueva universidad, le estaba diciendo que todo había marchado bien pero que aún no he tenido la posibilidad de visitar la biblioteca.

—¿Y alguien intentó... acercarse a ti?-- cuestionó, su mirada estaba al frente y yo lo observé de reojo para no emitir respuesta alguna.

—No papá-- finalmente contesté un poco enfadada.

—¿Estas segura?

—Si te refieres a eso, no pasó. Nadie intentó acercarse a mi.

El callo, notó la molestia en mi tono y ahí me sentí cómo un muy malo ser humano por mi contestación.

Es mi padre y sé que realmente quiere protegerme de todo lo que pueda dañarme, pero esto a llegado a un límite en el cual, en ocasiones me hace sentir débil, frágil y estupida.

—Oye... lo siento-- murmure arrepentida-- Es sólo que, el que hagas este tipo de preguntas sobre ese tema me pone algo melancólica.

—Perdóname tu a mi amor-- dijo con una leve sonrisa-- No me doy cuenta de lo incómodo y desagradable que es para ti.

Sonreí asintiendo y minutos después me percaté de que ya nos encontrábamos frente a casa. Baje del auto tomando mi mochila y caminé hacia la entrada presionado el botón que permitía el abrir y cerrar de la puerta para que papá estacionara su auto quedando totalmente seguro.

Ingresamos a casa, mamá ya nos estaba esperando con el almuerzo listo y a mis fosas nasales llegó el olor tan agradable y delicioso de la comida de mi madre. Es maravillosa.

Poco después, los tres tomamos asiento y procedimos a disfrutar de la comida juntos y apetitosos.