Final

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—En que pienso pues princesa ¿o será que sos bruja? —dijo Charly con una sonrisa agarrando a Yeimy por las caderas disfrutando de esa espontaneidad de ella que poseía desde que hizo su elección, al caer en cuenta de eso se golpeo mentalmente por haber desconfiado de ella cuando desde que empezaron esta nueva historia ella no había dejado nada en el tintero, aunque ella no dijese si actuaba.

—Sos un bobo Charly Flow. Esos ojos celestes hablan solos, no me hace falta ser bruja, vos hablas sin necesidad de decir huevon. —dijo Yeimy mientras con uno de sus dedos índices le acariciaba el pecho descubierto que se veía a través de su camisa abierta.

—Cual ojos, estos son los que le hablan a vos sin mi permiso. —le dijo un Charly juguetón mientras miraba hacia el techo del coche y pestañeaba, coqueteando, mostrando la belleza de esos ojos celestes enmarcado de las mil y unas pestañas oscuras que poseía.

—Vos tan bobo Charly. —dijo Yeimy mientras reía feliz e intentaba bajarse del regazo de este sin éxito, pues Charly agarro a la reina de la cintura y la miraba desafiante y con los ojos oscurecidos.

Los ojos de los reyes del flow chocaron, castaño oscuro junto a azul cielo, los ojos son el pozo del alma y en aquellos se veía cristalino lo que habían pasado, lo que habían sufrido y la paz que había ahora, el punto de perdón y paz en ellos, la oscuridad del deseo uno por el otro.

—No te me escapás mi reina... —dijo Charly antes de cogerla por el cuello y tirar de ella hacia sus labios, chocando estos como dos titanes.

Las cosas entre ellos siempre eran de aquella manera, intensa y profundas, entre ellos no podía ser de otra manera era un amor que había atravesado la línea del odio, era un amor que había conseguido perdonar de manera sana.

—Esperate Charly...—dijo Yeimy separándose un poco de su boca para mirarle a los ojos directamente. —Juicioso intenso. —le dijo esta con la respiración errática y con la seguridad de que no quería parar.

—Oigan a mi tía, intenso lo que me tenes es berraco perdió. —finaliza antes de acercarla más a su cuerpo y lanzarse a su boca de nuevo, mostrándole la intensidad del deseo que sentía por ella.

Charly abrió la puerta del coche y echando el asiento hacia atrás, salió de este, cogió a Yeimy en brazos sin separarse un ápice de su cuerpo mientras sus labios seguían perdidos en los otros, cerró la puerta con un punta pie que por poco les hace caer a los dos.

—Huevon bajame, tene cuidado que nos vas a caer. —dijo Yeimy entre risas, agarrándose más fuerte del cuello de Charly siendo contradictorio lo que pedía con lo que hacía.

—Jamás princesa...—le contesto mientras abría la puerta de la casa hacia que entrasen aún ella en sus brazos.

Cuando cerró la puerta tras ellos no hubo más contemplaciones ni mucho menos más contención entre ellos, Charly la aferro más en su agarre haciendo que sus sexos se rozaran todo lo posible con la tela que los separaba, los dos gimieron al contacto, mientras esos gemidos se perdían en la garganta del contrario, bebiendo así cada punto de placer entre ellos.

Los besos eran intensos y poderosos mientras las manos volaban en la tela que evitaba que tuvieran contacto piel con piel, ella bajo de los brazos de él quitándose la ropa entre ellos, siendo un lio de manos y prendas que les hizo a los dos soltar una carcajada.

—Estas tragada de mi reina. —dijo Charly sin camiseta y en sus bóxer como única prenda que tapara alguna porción de piel en su cuerpo.

—Oigan a este, vos si estas tragado de mi huevon. —le contesto mordaz mientras se quitaba la ultima prenda que le evitaba a Charly verla completamente desnuda, tras eso le sonrió y comenzó a andar completamente desnuda solo con los tacones que traía puesto en el concierto.

La reina del flow 2 (Desenlace final)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora