La reina del flow 2 (Desenlace final)

Epílogo

Miraba a su reina sentada en la cama con aquello en la mano, entendían lo que era pero, había tal cantidad de sentimientos en ellos que no podían reaccionar, habían pasado por tanto y habían sufrido tanto que todos aquellos meses de paz y tranquilidad; de amor y serenidad que siempre esperaban que apareciese algo que les desmontara aquel cuento de hadas al que no estaban acostumbrados.

Desde pelaos habían tenido muchas pruebas y mucho caos en su vida y ahora que llevaban un año desde que Manin y Titano habían muerto, había tal punto de paz en sus vidas que no podían creer que la vida fuese así con problemas mínimos que entre ellos no eran ni problemas, vivían cada día con la emoción y el límite de que iba a ser el único que tuviesen esa paz.

Ahora con este acontecimiento tan feliz, no sabían cómo reaccionar, era lo más bonito menos esperado y más espectacular que les había pasado.

—Amor. —dijo Yeimy con sus manos temblando sosteniendo aquello con dificultad ya que estaba tan nerviosa que pareciese que se le iba a caer en cualquier momento.

—Princesa. —le dijo Charly de vuelta mirándola como una reina, como lo que era para sus ojos.

Sus miradas se cruzaron y conectaron, transmitiéndose en ellas un sinfín de sentimientos, un sinfín de promesas, un millón de palabras que no salían de sus labios, se habían quedado paralizados, no sabían que decir por qué todas las palabras les parecía insignificante para lo que realmente sentían en aquel momento.

Charly se movió como un autómata, se deslizo entre las piernas de Yeimy sentándose en el suelo de rodillas, dirigió su mirada hacia la de ella de nuevo derramando lágrimas sin control y sin querer controlarlas. Su mano voló hacia el estómago inexistente de ella con una emoción superior.

Las lágrimas de ambos estaban presentes al igual que sus manos unidas en el mismo punto, en medio del estómago de ella, donde se acababan de enterar que había una parte de ambos, creciendo fuerte y poderoso como sus papas.

Aquel momento las palabras no eran capaces de salir y mil y un pensamientos pasaban por sus mentes, cada uno individual pero, los dos pensando y sintiendo lo mismo, era algo que ya habían vivido, no era su primer hijo, no era el primer hijo que iban a tener juntos, Charly tenía a Erick y Vanesa y Yeimy tenía a Erick pero, en aquel punto de sus vidas era como un regalo, una bendición que no se esperaban y que era como dulce música para ellos.

Se habían enterado que iban a ser padres de nuevo, se habían enterado juntos, iban a poder vivir un embarazo normal, juntos como pareja sin estar entre rejas, iban a poder estar en el nacimiento juntos, iban a poder verlos crecer, dar sus primeros pasos y decir papa y mama.

Todo lo que le robaron años atrás con Erick, todo lo que no pudieron vivir hace veintitrés años lo harían ahora.

—Gracias, gracias, gracias... —dijo Charly mientras ponía su cara donde estaban las manos de ellos unidas, justo donde estaba un pequeño ser, fruto de ese amor creciendo con fuerza como un verraco.

Yeimy poso sus manos en las mejillas de Charly y le levanto la cabeza para que le mirase a los ojos, cuando se miraron vieron la misma imagen reflejada en el contrario, un baño de lágrimas y una sonrisa de completa felicidad.

—Sabes que esto va a ser difícil no Charly. —dijo ella con una ternura que enmascaraba la seriedad con lo que ella le estaba diciendo en realidad.

—Pa lante, de una mi reina. —le contesto con una sonrisa boba mientras le comenzaba a dar besos por la barriga y las manos de ella que aún seguían tocando su cara con ternura.

Ese gesto de Charly le desmonto todo lo que Yeimy pensaba decirle y todos los miedos que le asaltaron. Un bebe era algo complicado, era un hijo de ellos, era una tarea complicada y sacrificada, una pequeña personita de ellos iba a depender al cien por ciento de ellos y eso Charly tenía que saberlo.