Único

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Jungkook rodó los ojos y se dio la vuelta. 

Sus amigos venían y no tenía ganas de hablar con ellos. 

Hace días que se prometió que dejaría de verlos, pero sus amigos insistían en buscarlo. No le gustaba la forma de ser de sus amigos. 

Ellos solían burlarse de los demás, hacer bromas de mal gusto, algunas veces eran muy groseros con las personas, y al principio eso no le importó a Jungkook, mientras él no hiciera lo mismo, no había problema.

Pero ese pensamiento cambió a ya no querer involucrarse con ellos. Hace tiempo que sus amigos comenzaron a tenerle más confianza y terminaron por contarle cosas que hacían y él no estaba de acuerdo en absoluto. 

Aceleró su paso y entró al salón, por suerte estaba el profesor y uno que otro alumno. Tomó asiento y dejó sus cosas. Sabía que sus amigos no entrarían a clase por lo que podía estar tranquilo por unas horas. Por suerte el día de hoy, casi todas sus clases se resumirían en reflexiones sobre la graduación y la vida de adulto. 

Las clases terminaron y por fin podía volver a casa a descansar. Mañana tenía un examen, por suerte, no necesitaba estudiar ya que era muy fácil.

Era de noche, por lo que antes de regresar a casa, pasaría a comparar algo para cenar.

Su celular sonó. 

—¿Jungkook? hasta que contestas, amigo —Jungkook suspiró. Era Heechul.

No quería dejar de hablarle a sus amigos de la nada, quería que fuera algo más casual. Así que de vez en cuando todavía les respondía sus llamadas e iba con ellos a algunos lados.

—Estoy muy ocupado con la escuela —una mentira no tan real, sí tenía tiempo para salir de vez en cuando, solo que no con ellos—. ¿Qué ocurre?

—Bueno, los chicos y yo queremos invitarte a una nueva actividad que llevaremos acabo el día de hoy —su amigo hablaba con una voz tan cínica que Jungkook sintió nauseas. 

—¿Ah sí? ¿ahora de qué se trata? —su amigo soltó una risita. 

—Te lo diremos cuando llegues, pero debes darte prisa, te estaremos esperando, te mandaré la ubicación —Jungkook no sabía si aceptar o no. 

—Por lo menos dame una pista —su amigo lo pensó.

—Solo puedo decirte que te vas a ir muy satisfecho —colgó.

Jungkook pasó una mano por su cabello. Subió a su carro y se quedó pensando unos minutos. 

Revisó la dirección y luego de mandarle un mensaje a Heechul confirmado que iría, comenzó a conducir. Cuando llegó, pensó que se había equivocado. No conocía mucho esta zona, se bajó del carro cuando vio el de Heechul.

Caminó hasta la casa que sus amigos le dijeron. Tocó la puerta y esperó a que le abrieran.

—Pensamos que nos dirías que no —al entrar, Daesung se acercó y pasó un brazo por sus hombros. 

—Es verdad, Heechul no dejaba de ver el celular esperando tu mensaje diciendo que no puedes —Daesung sonrió. 

—Bien, entonces, ¿para qué soy bueno? —Byeon miró a los demás. Luego de que compartieran una mirada de complicidad Heechul se acercó a él y lo llevó hasta la cocina. 

Al abrir la puerta, Jungkook abrió los ojos como platos al ver a Jung Hoseok amarrado y amordazado. Estaba tirado en el piso y lloraba. Su ropa estaba rota y algunas cosas estaban tiradas a su alrededor.

Whit me. One Shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora