Si puedo ayudar a mi esposo villano no tan villano lo ayudaré

Capítulo 79

Cabeza calva

Después de despertarse lentamente, Chu Yan miró al techo durante unos segundos, respiró hondo y se estiró con una gran pereza, ​​luego se despertó por completo.

     Esta vez durmió cómodamente y ni siquiera tuvo un sueño.

     "¿Despierto?"

     La voz baja y sexy de Xiao Suian sonó en sus oídos. Chu Yan parpadeó, pero no se recuperó por un tiempo, buscando inconscientemente el sonido, simplemente se encontró con los ojos oscuros y profundos del oponente, como si no pudiera ver el fondo.

     Chu Yan se quedó atónito por un momento, luego se sentó y asintió con la cabeza en respuesta: "Bueno, he dormido lo suficiente, es hora de levantarme y agregar comida."

     "Entonces cambiate de ropa primero"

     Chu Yan se cambió de ropa muy rápidamente, poniéndose una camisa de manga corta y pantalones grandes, vestido con un estilo playero, Xiao Suan se sorprendió cuando lo vio.

     "Tu ropa..."

     "¿Cómo está? ¿Es una buena selección para la playa?", Chu Yan arqueó las cejas y preguntó con confianza.

     "... Es una buena combinación" Xiao Sui'an guardó un silencio sospechoso durante unos segundos antes de responder lentamente.

     Sin escuchar la pausa sospechosa, Chu Yan se puso las pantuflas y empujó la silla de ruedas de Xiao Suian.

     La cena estuvo perfecta. Fue una refrescante papilla de mijo, algunos platos y un plato de albóndigas al vapor. Tenía un sabor refrescante y no demasiado soso. Estaba perfecto.

     "Sui'an, quiero dar un paseo por la playa, ¿quieres ir?"

     Después de la cena, Chu Yan se limpió la boca con una servilleta, miró a Xiao Suian al otro lado de la mesa y preguntó en voz alta.

     Xiao Suian: "Si"

     Era solo un paseo y la playa no estaba muy lejos, por lo que el guardaespaldas no lo siguió.

     Chu Yan caminó lentamente por la playa mientras empujaba a Xiao Suan solo, mirando el rayo de luz que brillaba en el cielo azul y el mar cuando se ponía el sol.

     Ese rayo de luz desapareció gradualmente en el otro extremo del mar, dejando solo el cielo lleno de estrellas para la playa.

     No había mucha gente caminando por la playa, pero tampoco había gente en sillas de ruedas como Xiao Sui'an, así que cada vez que algunos niños pasan a lado de Xiao Sui'an, lo miran con curiosidad.

     Incluso algunos adultos no pudieron evitar venir y ver al este hombre en silla de ruedas. 

     Xiao Suian, naturalmente, notó los ojos de estas personas. Eran solo diez años de vida en una silla de ruedas, había aprendido durante mucho tiempo a tratar los ojos de los demás como si nada, por lo que miró al mar con calma sin decir una palabra.

     Mientras empujaba su silla de ruedas, Chu Yan admiró la noche junto al mar y preguntó: "Xiao Sui'an, ¿has estado en el mar antes?"

     "No, sólo fui a la ciudad h por negocios dos veces, y volví después del trabajo."

     "Entonces soy casi como tú, he estado aquí algunas veces, pero por alguna razón, no vine a la playa."

     Chu Yan recordó su ajetreada vida en el mundo real y sintió que ahora esta pequeña vida es realmente buena.