[ parte primera ]

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1.
Cuando Bakugou abre los ojos, su visión todavía está borrosa por el sueño artificial. Su cuerpo se siente flácido, como algodón, suave e insensible. Deja escapar un gruñido de sorpresa cuando se da cuenta de que no es el único en la habitación. Allí, junto a su cama, está Izuku Midoriya.

Su mente confusa está teniendo problemas para procesar todo. ¿Qué carajo está haciendo puto Deku en su habitación? ¿Y por qué está tan iluminada?

Su gruñido parece alterar a Deku, dejándole saber que ha recuperado la conciencia, porque mueve sus ojos verdes de donde estaban descansando en su teléfono para mirar en su dirección.

—¡Kacchan! ¡Finalmente estás despierto! Kirishima se acaba de ir para buscar algo de agua. No te preocupes, él fue quien estuvo aquí todo el tiempo.

Bakugou no está seguro de quién es ese tal 'Kirishima' del que habla, pero lo deja pasar.

—Qu ... —Intenta hablar, pero le pica la boca por el desuso y se convierte en tos.

Antes de que pueda empeorar, le entregan un pequeño vaso de plástico con agua. Él lo bebe con gratitud. Una vez que ha terminado, mira hacia arriba para encontrar al hombre más hermoso que jamás haya visto de pie frente a él. Tiene el cabello rojo desordenado sobre su rostro y unas largas pestañas que enmarcan una suave y preciosa mirada, sus ojos rojos clavados en Bakugou con preocupación. El rubio está dividido entre mirar hacia otro lado, avergonzado por sentirse tímido en primer lugar, o seguir observándolo para admirar mejor; se decide a tratar de mirar discretamente al ángel sin llamar su atención. Desafortunadamente, esto no parece pasar desapercibido porque el ángel deja escapar una risita.

—Te ves muy gracioso ahora mismo. Aquí tienes baba en la cara. —El ángel sonríe cuando se inclina para limpiarle la saliva de la boca.

Bakugou siente sus orejas calentarse por el toque. La mano del ángel es suave y huele muy bien. Cuando se aleja, es demasiado pronto y demasiado tarde. No cree que se haya sentido tan nervioso antes. No quiere que el ángel piense que es gracioso o que lo vea todo cubierto de baba asquerosa, pero la sonrisa puntiaguda en su rostro es tan cautivadora. Tiene los dientes filosos y brillantes. Podría permanecer actuando como un tonto solo por volver a verla.

—¿Dónde estoy? —Intenta hablar de nuevo, esta vez con éxito, aunque su voz suena tensa.

—Estás en el hospital, te tuvieron que extirpar el apéndice. Siento no haber estado allí de inmediato cuando te despertaste. Fui a buscar agua porque pensé que la necesitarías. ¡Y tenía razón! Como siempre. —El ángel guiña un ojo y después lo está observando con lo que solo puede describir como una mirada increíblemente cariñosa mientras le acaricia el flequillo de la frente.

Bakugou está a punto de cerrar los ojos e inclinarse hacia el toque de este hermoso extraño, sin importarle el hecho de que no sepa nada sobre él, cuando ve algo en su mano destellar bajo el brillo de la luz. Ese anillo que se encuentra en el cuarto dedo de su mano izquierda es, sin lugar a dudas, un anillo de bodas.

Incluso a través de la bruma por la medicina en su sistema, siente una opresión en el pecho. Por supuesto que este extraño está casado. Es increíblemente hermoso y trata a Bakugou con tanta amabilidad. ¿Cómo podría no estar ya casado?

El ángel debe notar la caída en su estado de ánimo porque deja de acariciar su cabello.

—¿Qué ocurre? ¿Te duele algo?

Bakugou niega lentamente con la cabeza, todavía sintiéndose miserablemente triste.

—¿Cuál es tu nombre? —Aunque sabe que este extraño está casado, no puede evitar querer saber más sobre él.

AMNE (kiribaku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora