☾ 009

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El Omega sentía nervios, jamás había subido aún avión y menos uno privado. Era muy elegante, tenía una azafata para atender todo el avión.

Jimin se había puesto hacer su maleta, metió a melody porque quería llevarla con él, no dejó de mirar su violín por las hermosas mariposas con flores que restaban de su hermoso instrumento.

Estaba contento y muy feliz por ese detalle, además que tocó por primera vez para el Alfa. Se besaron dejándose manipular por sus lobos. Había regañado a su mochi por lo que hizo, su lobo bajo sus orejitas muy arrepentido.

Cada día más estaba más confundido el Omega, no lo conocía, está con él por un contrato, y algo entre ellos no podría ser para nada bueno «Excepto cuando casi follan» le recordó su mente.

Subió al avión tomando asiento a lado del alfa, la mujer esa tomó el del otro lado mirando sería al rubio. Ni siquiera disimula para nada sus tremendas ganas de estar con el Alfa, sólo que Jimin no dejará que eso pase, él es su Omega y él su Alfa.

Aunque sea un contrato.

Durante el vuelo, se recostó Jimin en su hombro mirando una película en la pantalla del avión. El olor a menta del Alfa lo hacía sentir calidez y su lobo movía su cola contento ante aquel aroma. El vuelo no supo exactamente cuándo habían aterrizado, él se quedó completamente dormido en el Alfa.

─Cariño, llegamos ─susurro cerca de su oído.

Despertó el rubio tallando sus ojitos, algo adorable para el Alfa; bajaron y el frío les dio la bienvenida. La mujer llegó primero al auto, Jungkook iba a sentarse a su lado, pero Jimin fue más rápido sentándose con ella. Ni loco la dejaría sentarse con él.

Ella le miró mal. Para lo que le importaba al Omega rubio sus cara amargada con esa estúpida sonrisa falsa.

Durante el camino ella sólo hablaba francés a Jungkook, Jimin no entendía un carajo, le molestaba mucho su tono era muy seductor eso se notaba a kilómetros. El Alfa le respondía igual, en esos momentos el rubio se sentía que sobraba ahí.

Llegaron a un hotel lujoso, tenía un nombre raro aun así no le dio mucha importancia. Entraron los tres, Jungkook ya había reservado una habitación para los dos. La Omega Alice no perdía el tiempo en querer cenar ellos dos solos para hablar sobre los negocios.

Esto estaba irritando demasiado al rubio, sus feromonas amargas se esparcen haciendo picar la nariz de Jungkook. Se abrió el elevador, el pasillo era bonito pero no tanto como el edificio de Jungkook. Todo elegante y la música clásica en francés, demasiado película a su gusto.

─Te veo después en la cena, no faltes.

Su mirada era de picardía.

─Estaré ahí, también vendrá mi socio y amigo para la cena.

Ella apaga su sonrisa, Jimin lo nota.

─¿Su amigo? ¿No se supone que seríamos sólo los dos.

─Con él cenará, yo sólo oiré lo que tenga que oír y vendré con mi prometido lo más pronto posible. ─¡Ha! Grita internamente Jimin─ Nos vemos señorita Alice.

Abre la gran puerta Jungkook dejando pasar primero al rubio, el cual quedó maravillado con la vista, daba justo al frente a la Torre Eiffel. Corrió hasta el balcón mirando el atardecer, ya casi era de noche y estaba seguro de que se miraría más hermoso.

El Alfa no evitó mirar al Omega, una leve sonrisa apareció en sus labios quitando así su cubreboca y lentes oscuros. Al fin podía relajarse, se sentía tranquilo con el rubio, podía ser el mismo sin ser visto como un monstruo por los demás.

𝗦𝗖𝗔𝗥 ꀈ⏳️𝗸.𝗺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora