Crié a un gran jefe en los 90

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Liu Yumei se sentó abajo con los párpados levantados y sonrió a He Donglin frente a él, "Dijiste que Baoyun de nuestra familia está casado, ¿no deberías tú, el hermano, tener algo que decir?" He Donglin frunció el ceño para irse y fue detenido por Liu Yumei. Dije Donglin, no puedes ser tan despiadado, Baoyun también es tu hermanastra ".

He Donglin se quedó en silencio por un momento, y el resto de la luz barrió a Su Weiwei en las escaleras y dijo solemnemente: "Puedes hablar con Weiwei sobre estas cosas".

Su Wei solo se congeló, se señaló a sí mismo, ¿tal vez se lo empujó? Ella lo condenó en silencio por agitar la olla, y He Donglin recibió su mirada, sus ojos se suavizaron, "Solo que este asunto te queda a ti".

Después de que terminó de hablar, se fue sin piedad, ignorando por completo los ojos condenatorios de Su Weiwei.

"Cuñada, ven aquí pronto". Antes de que Su Weiwei pudiera hablar, Liang Minying la tiró. "Cuñada, Baoyun no se casó. Es lógico que debamos mostrarlo, pero ... "

Los ojos de Liu Yumei brillaron intensamente, "Todos ustedes son miembros de la familia de Baoyun. Ahora que eres rico y prometedor, no puedes dejarlo en paz cuando tu hermana se case, ¿verdad? "

Liang Mingsu frunció el ceño. Cuando estaba en el campo, Liu Yumei no pensaba que fueran mejores. Los recogía todos los días para encontrar fallas y los dejaba a un lado para vivir. Ella no ha olvidado estas cosas. Ahora que están bien desarrollados, ella quiere venir y pedir beneficios, como en el pasado. No sucedió, es casi avergonzado y sin piel.

Estaba a punto de hablar cuando Su Weiwei la detuvo. Su Weiwei sonrió, "Después de eso, mi madre ha hablado, no podemos decir nada más, para que no se extienda, la gente pensará que ni siquiera estamos dispuestos a dar este regalo".

Liu Yumei estaba encantada, nunca esperó que Su Weiwei fuera tan habladora, e inmediatamente le dio una palmada en el muslo, "¡Sí, es cierto! A pesar de que es una familia, el matrimonio es un acontecimiento feliz después de todo, y el regalo que se debe dar aún está por darse ".

Su Weiwei asintió, "De hecho, no somos gente tacaña. Aunque siempre no estás calificada como madrastra, no solo nos echaste cuando estabas en el campo, sino que también nos causaste problemas todos los días, pero tienes razón. El dinero a la gente no le importa este pequeño dinero. Lo pensé un rato. Todo se hace de acuerdo con los estándares rurales. Daremos tanto como la gente deba dar, y nunca habrá un punto menos ".

Liu Yumei sonrió secamente, las palabras de Su Weiwei fueron abofeteadas, pero ¿qué pasa con las bofetadas? Frente al dinero, otras cosas no son importantes, mientras pueda conseguir el dinero, no le importa su rostro.

Jiang Tao escuchó algo mal, frunció el ceño, "¿De acuerdo con los estándares rurales? ¿Me estás tomando el pelo?"

Su Weiwei asintió con naturalidad: "Dado que todos somos habitantes de zonas rurales, debemos seguir los estándares rurales. Recuerdo que cuando estábamos en el campo, solíamos regalar 5 yuanes y 10 yuanes. Tienes razón. No me importa el dinero, así que le daré un gran trato y lo daré de acuerdo con el más alto nivel de cortesía rural, ¡y le daré 10 yuanes! Nuestra hermana menor, Ming Su Minying y Weidong, no necesitan ser corteses antes de casarse. En otras palabras, solo pagamos una copia en casa. No seas educado conmigo. Puedes tomar los 10 yuanes ".

Su Weiwei cavó durante mucho tiempo, sacó billetes de 10 yuanes del bolsillo del pantalón y se los tiró: "Aquí, este es mi dinero".

La cara de Liu Yumei se puso morada, se estremeció y señaló el billete arrugado, ¿Qi Dao? "¡Esto es sólo 10 yuanes! ¡A quién estás insultando! "