Un lunes un poco estresante, voy llegando un poco tarde a clases. Siempre llego temprano, pero hoy estoy un tanto cansada. Digamos que ayer fue una noche de tragos con Vale y Roy. No estoy acostumbrada a tomar mucho alcohol y pues la cabeza me da vueltas, por eso me levanté tarde.
Entro al salón de clases y aún no llega el profesor, suerte para mi.
Mientras acomodo mis cosas en mi lugar de clases un sujeto cruza la puerta, no lo conozco.
Está guapísimo la verdad, le calculo más o menos 20 años.
Todas las chicas se quedaban paralizadas viendo a el guapo profesor de historia. Yo la verdad no le dí mucha importancia, no es mi tipo.—Buenos días chicos, soy su nuevo profesor de historia. Mi nombre es Pablo Castro — dice mientras escribe su nombre en la pizarra. Hacía lo posible por no mostrar nervios, pero aún así noté que por dentro quería salir corriendo. Seguramente sería su primer día dando clases, aunque daba la impresión de verse seguro de si mismo y lo estaba, un poco.— El maestro Castel fue destituido de su puesto debido a razones personales, pero afortunadamente yo voy a sustituirlo, espero conocerlos y llevar una muy buena relación con todos ustedes.
Un poco larga esa presentación.
Termina la clase, la cuál fue muy normal y tranquila. Cómo siempre salgo y está Roy en la puerta esperándome.
—Hola Nat, necesito tu ayuda—se nota su tono de voz desesperado— por favor, pero rápido.
—Claro, dime.
—Sígueme.— me hala de el brazo y me arrastra por todo el pasillo principal.
—¡Oye! Un poco de cuidado estaría bien.
Llegamos al patio trasero y nos escondimos detrás de una pared.
—¿Ves a aquel chico que está allá?—dice mientras señala a un chico en una motocicleta que vestía unos jeans y una chaqueta de cuero negra.—necesito que lo distraigas.
—¿Qué? Estás loco Roy, se ve un como "Bad guy"— susurro nerviosa.
—Tranquila, no te hará nada. Solo necesito que lo distraigas un momento, por favor Nat— suplica con cara de perro abandonado.
—Está bien.
—Yo me iré, gracias Nat— se despide y me da un beso en la mejilla.
—Luego tendrás que explicarme esto Roy.
—Si, está bien. Bye— dice y me hace una seña de que vaya a dónde ese chico "Bad guy".
Camino hacía el sujeto y él me mira de una manera muy rara, me da asco este sujeto pero todo sea por Roy.
—Mmm hola— lo tímida se nota en mi voz.
—Hola hermosa —dice y muerde su labio inferior.
Odio a este tipo de chicos que actúan de manera grosera, sé que no ha hecho nada en mi contra pero el simple hecho de que me mire de esa manera me da ira.
Trato de ocultar mi furia y le pido una dirección.—Una pregunta, ¿sabes dónde queda la pizzería Point's?
—Claro muñeca, si quieres puedo llevarte— dice mientras me mira de pies a cabeza.
—Mmm no muchas gracias, solo dame la dirección.— El miedo me consumía por dentro.
El chico frunció el seño y me miró con fastidio. Tomó un pedazo de papel y un bolígrafo y anotó la dirección, al igual que su número por detrás de el papel.
¡Iugh! —Pensé.
—Gracias— dije mientras sonreía falsamente.
Me fuí de ahí y obviamente Roy ya se había ido corriendo.
Estaba un poco furiosa, pero me imagino que había tenido buenas razones para dejar que yo hiciera eso. Luego tendría que contarme todo.
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Rare
RandomNatalia, una chica simple. Pero para él ella significaba mucho más. Rare, ese "Vampiro sexy. En pocas palabras "anormal" o "raro" así es él.