El sueño de aquel día me dejó pensando. Es raro, o bueno la mayoría de mis sueños son raros.
Apenas estoy conociendo a Rare, pero siento que lo conozco desde mucho tiempo atrás. Me gusta creer en eso que dicen de las "vidas pasadas", eso de que antes vivimos de manera diferente, una vida muy diferente a la que tenemos ahora. Siento que Rare formó gran parte de mi en vidas pasadas y espero que en esta lo sea también.
Rare es frío y no demuestra lo que siente, pero sé que muy dentro tiene algo de ternura que lo convierte en una gran persona, creo que todos tenemos esa capacidad de demostrar ternura, solo que no muchos lo hacen.
Cada vez que estoy con él me siento de una manera tan rara, pero tan segura y tranquila.
Esa primera vez que lo ví, esa vez se me erizó la piel. Luego ese día que hablé con él, fue tan amable y luego volvió a su mood frío. Cuando tiró la malteada sobre mi blusa, su mirada era tan descarada, pero se veía tan guapo. Y lo mejor fue ese día, como me besó, jamás había estado tan cerca de él, o bueno no de esa manera.
Sentí que estábamos flotando y él me llevaba a diferentes universos en los que había solo y únicamente paz. Estar con Rare se siente extraño pero tan jodidamente bien.
Diablos, ese vampiro sexy me tiene tan estúpidamente loca.
Gracias a Rare pasé de no verle sentido a nada a querer descubrir quién era ese "vampiro" , y como siempre la razón de la mayoría de los desastres en mi cabeza.
El plan que estaba ideando para descubrir que pasaba con Rare aún estaba en proceso. Quería pedirle ayuda a Vale pero sé que está pasando por un mal momento, aunque sería una buena manera de distraerse de todos sus problemas. Con respecto a Roy quedamos en que trabajaríamos los sábados en vez de ir a comer donas, y así poder pagar sus deudas.
Es viernes y decido ir a casa de Vale para platicar sobre lo que pasó y pedirle ayuda con respecto a el plan y a Roy.
Toco la puerta y la señora Vanessa abre segundos después.
—Hola señora Vanessa, ¿está Vale?
—Hola Natalia, Vale no llega aún. Pero si quieres puedes pasar y esperarla— dice amablemente e indicando que entre.
—Está bien— entro un poco confundida, ya que Vale no es de salir los viernes tan temprano.
Seguro fue a la tienda a comprar algo, o se sentía mal y fue a tomar aire, bueno, Vale no haría eso. No lo sé, es un poco raro pero después seguro podrá contarme.
Esperé como por veinte minutos hasta que la vi por un pequeño orificio de la ventana entre las cortinas. Estaba bajando de un auto rojo deportivo en el que conducía un chico muy lindo, bien vestido, cabello rubio. El típico "niño de papi" llevaba unos pantalones color negro con camisa blanca y tirantes.
Se me hace extraño que ella esté con este tipo de chicos, aunque también me alegra un poco que se junte con personas "buenas" por así decirlo. No es que solo por ser rico significa que sea buena persona, solo que la mayoría de personas como él son más civilizadas o discretas, o eso creo. Tampoco me gusta generalizar. Espero que sea buen chico.
—Hola Nat— me saluda mientras entra, en su cara se nota la confusión de verme ahí sentada en la sala. La mayoría de veces nos vemos los sábados o solo en clases.
—Hola señorita Valeria, estuve esperándola por un buen tiempo— digo en un tono muy formal y sarcásticamente.
Ella se ríe y me pregunta:
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Rare
De TodoNatalia, una chica simple. Pero para él ella significaba mucho más. Rare, ese "Vampiro sexy. En pocas palabras "anormal" o "raro" así es él.