Vamos a hablar, mi amor, de las singulares cosas de la vida, de tu vida y de la mía, que también es la vida de todos porque nos observan y con certeza saben de lo nuestro, nos conocen perfectamente.
Cuéntame cuantos niños viste hoy, cuantos reían alegremente con tus enseñanzas, reían con vos mientras observaban tu bello rostro. Vamos a hablar, mi amor, de nuestras cosas, de la eternidad de vidas que te conozco y la exquisita dulzura de tus besos...
Pero antes Donatella, quiero decirte, quiero repetirlo que yo quiero quererte por lo que eres, por lo que has sido y por lo que seremos de aquí en adelante, con toda nuestra historia cargada de vivos y muertos.
Donatella, mi musa adorable, yo quiero amarte con esta pasión inmensa, terrible, plenitud de mi esperanza.
Cuéntame, mi amor, tus pequeñas historias, tus fracasos, tus sueños grandes; lo que haces para superar cualquier obstáculo, tu afán de hacer muchas cosas a la vez y siempre salir adelante; porque tú sabes que estaré ahí para vos, mi amor, siempre pacientemente para encontrarnos y así pueda contarte otra historia : «Donde mi musa adorable fue una increíble noche luminosa y amarilla, donde fuiste luna y sol, donde fuiste el celeste cielo y sus estrellas, donde fuiste la brisa y el mar, mi bello amor. Donatella, la más hermosa de todas...»
Vamos a amarnos nuevamente, y así tu noble corazón estallara de felicidad en esta primavera. Va a estallar de risas, besos, abrazos y mucha poesía.
Yo te invito, mi amor, a comenzar esta aventura de la vida. La aventura de nuestros sentimientos; porque juntos somos capaces de horadar la piedra y derretirla con el sublime calor de nuestro abrazo que todo lo anuda y lo contiene. La fuerza de los dos, la fuerza de nuestro amor, es una sola.
Yo por vos, Donatella, voy a robar para ti madrugadas de diamantes, atardeceres dorados y noches estrelladas.
Por vos, mi amor, voy a robar la luz para que en las noches tus hermosos ojos negros ilumine mis insomnios plenos de tu hermoso rostro.
Donatella, yo voy a robar tu corazón para que me acompañe siempre en mis batallas del día a día, para enfrentarme con la angustia, la muerte y la tristeza. Todo lo puedo con vos a mi lado.
Donatella, voy a robarle al tiempo sus calendarios para que nuestras noches no terminen nunca, y que nuestra historia de amor sean los doce meses del año, las cuatro estaciones, todos los feriados y dias especiales; que cada historia sea una sola hoja, una página infinita. Que cada palabra escrita en este calendario de amor sea una dulce melodía que acaricie tus oídos, mientras el viento registra nuestros besos, nuestras apasionadas noches de amor, amor de muchas vidas, amor eterno, ¡amor terrible!
Yo soy, mi amor, la mano que acaricia tus dorados cabellos.
Yo soy, mi amor, el que hace que tu pecho se agite en tus despertares.
Yo soy, mi amor, quien pone el hombro para que descanses de tu fatiga.
Y vos, Donatella, eres mi paz, eres mi anhelo más profundo, eres mi sueño que te sueña... Yo haré que tus rubores se conviertan en sonrisas.
Juntos Donatella somos invencibles, más duros que la misma roca, somos un solo pulso, somos un solo corazón...
¡Tus primaveras! ¡Tus veranos! ¡Tus otoños! ¡Tus inviernos!
Los años que aún nos quedan por recorrer la vida... ¡Quiero vivirlos sólo con vos!
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Donatella (un calendario de amor)
PoetryUn calendario de amor. Prosa poética. Historias cortas. (Completo)