Sus grandes manos se deslizaban por todo tu cuerpo adorándolo y acariciándolo lentamente haciendo formas con las yemas de sus dedos sobre tu piel expuesta ante su mirada llena de nada más que deseo.
No sabías como exactamente habías llegado a esa situación tan repentinamente, pero no estabas arrepintiéndote en lo absoluto, el imbécil de tu novio te había engañado ya varias veces y siempre prometía no volver a hacerlo. Obvias palabras que carecían de verdad; palabras vacías y promesas ya caducadas. Estabas enojada con él y contigo misma por permitir ese tipo de situación, ese tipo de falta de respeto... así que te arreglaste exhibiendo tu belleza con el mejor atuendo que encontraste en tu armario, de lo que tu amor se perdía... ¡Ni modo! Fuiste por unos tragos en un bar de la ciudad topándote con nadie más y nadie menos que Toji. Ese hombre que conocías solo de vista, y vaya la vista... de gran estatura y musculatura notoria por lo bien trabajada que estaba, demasiado atractivo sin tener que esforzarse mucho en serlo, pero eso lo hacía mejor. Su rostro con esa expresión de indiferencia y esa cicatriz adornando sus labios le hace verse como alguien rudo, un tipo malo que hace cualquier cosa por dinero, ¿no?
Un poco cohibida al principio te acercaste para platicar y extrañamente él no rechazó la interacción, lo que te hizo envalentonarte, y agregando los tragos una cosa llevó a la otra y estando ya borrachos las cosas se pusieron intensas con sus cerebros lejos de las inhibiciones.
Estabas acostada sobre aquella cama del hotel, derritiéndote ante el toque del hombre pelinegro con mirada penetrante y sonrisa maliciosa que serían tu perdición, sabía cómo hacerte disfrutar con una sola caricia bien calculada, tan excitante para tí el saber que él tiene experiencia en eso, tan delicioso. Se acercó a tu rostro y besándote con casi pereza juguetona movió sus labios y atrapando tu labio inferior entre sus dientes te sacó un jadeo, cosa que aprovechó para introducir su lengua hambrienta con el sabor a alcohol tan presente. Jugando con tu cavidad te dejó aturdida y reducida a un cuerpo tembloroso y desesperado por más. Un rico pedazo de carne para él.
Sus manos se concentran ahora en apretar tus senos y estirar tus pezones sin mucho cuidado realmente, pero eso te encanta y él lo notó al instante en que te sacó tantos jadeos. Aunque quieres que no se escuchen, no hay forma de pararlos, no si él sigue jugando contigo así. Él ya sobre tí y empujando sus caderas como un animal para que su pene choque contra tu coño húmedo y cálido es todo lo que necesitas en este momento, la fricción es tan buena al igual que sus gruñidos ahora escuchándose en tu oído al bajar su rostro para mordisquearte la mandíbula. Y probablemente es todo lo que necesitas para olvidarte por completo del idiota de tu novio de pene diminuto. Pero mierda, con una o dos cogidas de Toji ya lo harás, ya te olvidarás. Después de todo Fushiguro es un hombre con bastante energía y resistencia, usarás eso a tu favor... Aunque lo raro es que no te ha cobrado aún ni un centavo por el excelente trabajo que está realizando... Usualmente con las demás mujeres lo hace. Tal vez te lo cobre más tarde, eso no importa ahora.
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He editado esta shit que escribí hace 2/3 años, wtf tenía en mi cabeza en ese entonces 💀 Posibles errores ortográficos serán revisados más tarde, de madrugada estuve re escribiendo lo que sea que esperaba que fuera esta supuesta pieza de arte, terminó siendo una porquería de la cuál aún no estoy satisfecha, le falta emoción pero por hoy estoy muy cansada. Estuve haciendo los trámites para cambiarme de carrera y la universidad me queda lejossss 😩 Whatever, bye.
