Same love, different way [JiCheol]

Capítulo 2

Seungcheol quería golpearse hasta quedar inconsciente, para despertar y darse cuenta de que sólo había sido una mala pesadilla, pero no lo era y un golpe así sólo le daría más dolor. No paraba de repetirse lo estúpido que era, le envió un mensaje a Jihoon pidiéndole que hablaran, pero este no fue leído, así que suponía que ya estaba durmiendo.

Tendría que ser paciente, no iba a llenarle el buzón de mensajes, así que trató de concentrarse en el trabajo lo más que podía, haría que su día pasara tan rápido que para cuando se diese cuenta, estaría hablando con su prometido, arreglando todo y diciéndose cuánto se amaban. Pero no fue de mucha ayuda que su subconsciente lo hiciera mirar el reloj cada cinco minutos, haciendo que el tiempo avanzara con lentitud.

—¿Todo bien?— preguntó Aron al notar la impaciencia de Seungcheol.

—Sí— dijo con una sonrisa —sólo ya quiero terminar.

—Entiendo, comienza a ser estresante. ¿Quieres que vayamos a beber? Ya es viernes, podemos relajarnos un poco.

—Me gustaría, pero tengo unos asuntos que arreglar antes.

—Con Jihoon, ¿no?— Seungcheol lo miró con interrogación en su expresión —hace cuatro días que no estás colgado del teléfono, supongo que hubo una discusión, ¿no?

—¿Soy muy notorio?

—Soy muy observador— dijo con una dulce sonrisa —espero se arreglen y sino, llámame e iremos a beber para que te desahogues un poco, la cerveza soluciona muchas cosas, aunque sea momentáneo y luego el mundo se vuelva a derrumbar y duela....

—No estás animándome.

Aron rió —lo siento, ojalá no tengas que acudir a la cerveza.

—Esperemos que no— suspiró.

Con Aron animándolo y apoyándolo en el trabajo, finalmente el tiempo transcurrió y llegó la noche para él. Esperó que en Corea fuese más tarde por la mañana, así no despertaría a Jihoon y no lo haría levantarse de mal humor, cosa que empeoraría la situación si lo hacía. Le dejó algunos mensajes, pero al ver que no eran respondidos o vistos, decidió comenzar a llamarlo.

Impacientemente esperaba a que su llamada fuese atendida, pero los minutos pasaban y no contestaba Jihoon, lo que comenzaba a hacerlo perder la cabeza. Estaba desesperándose demasiado, ¿por qué Jihoon no contestaba? Pero no podía saber que Jihoon sí quería hacerlo.

El bajito estaba sentado sobre la cama con sus piernas dobladas y pegadas a su pecho, mirando el teléfono que vibraba frente a él. El nombre de Seungcheol salía en grande sobre la pantalla, avisando de su llamada, pero se sentía tan molesto por la desconfianza que le tuvo, que no sabía si quería llamarlo para arreglar todo o sólo para seguir culpándolo.

«Seguro quiere seguir reprochándome por qué le fui infiel, ni siquiera lo fui» pensaba mientras otra llamada entraba «¿pero y si se dio cuenta de que cometió un error y quiere disculparse? ¿Debería aceptar sus disculpas? ¿Por qué lo haría? Se supone que me ama, no debía desconfiar de mí en primer lugar, no fue mi culpa, ¿por qué debería entonces bajar la cabeza y pretender que no sucedió? ¿Y si cuando nos casemos me vuelve a hacer lo mismo? Cree que soy un promiscuo, ¿qué lo detendría a volver a dudar de mí? No, no voy a aceptarlo, si se está arrepintiendo se lo merece por idiota».

La llamada se cortó y no volvió a ha haber otra en los próximos cinco minutos, así que Jihoon tomó su teléfono, bloqueó el número y se levantó de la cama para salir y despejar su mente.

Seungcheol frustrado de que sus llamadas no fueran atendidas, cruzó a la habitación de enfrente, tocó la puerta y entró en cuanto recibió el permiso —¿vamos a beber?