Capítulo 1

382 51 16
                                    

Hace casi cuatro años, Seungcheol le había pedido matrimonio a Jihoon luego de hacer el amor, apenas tenían veintiún y diecinueve años, respectivamente, así que todavía eran muy jóvenes para casarse en ese instante; además, sus padres les pidieron que primero terminaran la universidad para después hacer lo que quisiesen.

Y así lo hicieron, Seungcheol fue el primero en graduarse como ingeniero en sistemas y posteriormente Jihoon como economista. Ya todo estaba listo, vivían juntos y ellos estaban emocionados por finalmente casarse, pero antes de que pudiesen hacerlo, Seungcheol tuvo una oferta que no pudo rechazar.

Debía irse a Estados Unidos al menos por un año para tomar un curso que le daría una ventaja en el trabajo y le abriría muchas puertas en el mundo de los videojuegos -área en la que se había especializado-. Jihoon lo apoyó en cada momento, y aunque les dolió un poco, decidieron posponer su boda para tomarse todo con calma.

Ahora que ya habían pasado diez meses y medio desde la partida de Seungcheol, sólo debían aguantar menos de un mes y medio para nuevamente estar juntos. La navidad ya había pasado y había comenzado un año nuevo -incluso ya estaba a mitad de la primavera-, pudieron disfrutar de estar juntos dos semanas, pero como todas las veces que se habían visitado en ese tiempo, los días pasaron más rápido de lo que les habría gustado.

Era de noche en Estados Unidos, Seungcheol estaba en la estancia de la residencia junto a sus compañeros cuando la llamada de Jihoon llegó. Se levantó del asiento y se encerró en su habitación ignorando el escándalo que habían comenzado a hacer sus compañeros.

Siempre era igual, cada vez que Jihoon llamaba a Seungcheol, o viceversa, ellos comenzaban un barullo, gritando cosas sin sentido, como si Seungcheol fuese un chico penoso al que no le gustara que supieran que tiene novio; pero la verdad era que Seungcheol hablaba tanto de su amado chiquito, que todos comenzaban a sentirse celosos de que él amara demasiado a su pareja, más de lo que ellos lo hacían con las suyas -o al menos los que estaban casados-.

—Hola precioso, ¿cómo amaneciste?— saludó al atender la llamada mientras cerraba la puerta de su habitación.

—De mal humor— dijo sin ganas mientras terminaba de preparar su desayuno —tenemos nuevos vecinos aquí al lado y estuvieron clavando o golpeando cosas contra la pared toda la noche y no me dejaron dormir.

—¿Crees que nos están haciendo competencia?

Jihoon rió escandalosamente —oh dios, que no sea así, sino comenzaré a entender a la amargada señora Park. Ella es la única contenta de que te hayas ido de viaje— rió —hace tanto que no oye nuestra cama golpear contra la pared.

—Bueno, deberíamos recordarle un poco, ¿no crees?— rió.

—¿Vendrás pronto?

—No creo chiquito, no hay días inhábiles y no puedo faltar ni un solo día.

Oh— expresó con tristeza —¿debería ir yo?

¿Podrías venir?— preguntó con un toque de esperanza.

Tampoco lo creo— suspiró —no llevo ni un año trabajando con los Kim, así que no me darán vacaciones o días libres, son muy estrictos.

—No importa, igual no queda mucho para que termine el curso y pueda volver a casa.

—Menos de dos meses.

—Menos de dos meses— repitió con una gran sonrisa.

Hablaron un poco más hasta que Jihoon tuvo que colgar para ir a trabajar; Seungcheol salió de la habitación y regresó a ver la película que estaba viendo anteriormente con sus compañeros. Su lugar fue ocupado, así que se sentó junto a Aron, un chico de Los Ángeles que había ido a Nueva York para tomar también la capacitación.

Same love, different way [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora