Extras (Destiny) [TERMINADA]

2. ᴍᴄᴅᴏɴᴀʟᴅ'ꜱ

Ｃｏｎｔｅｘｔｏ -> Ｃａｐíｔｕｌｏ １０

Narra Reborn

Pego otro bocado a mi hamburguesa, cuando un trozo de lechuga se me cae en la bandeja. ___ se ríe y en cuanto la miro, calla de golpe. Le sonrío, dándole a entender que no pasa nada, cojo ese trozo y me lo como, bebo un poco de mi vaso.

—¿Has dejado a Fénix solo?
—Sí, por un rato no le va a pasar nada, créeme. Tarde o temprano tendrá que acostumbrarse a que no esté en casa.
—Pues sí, yo tuve un perrito y recuerdo que por no acostumbrarlo de pequeño a estar solo, la liaba muchísimo y una vez tuvo que venir la policía incluso.
—¿Qué dices? —le digo sorprendido, deteniendo mi mano llena de patatas.
—Pues sí —ríe.
—Pero, ¿qué hizo? —me como las patatas y la miro fijamente.
—Empezó a pitar, a llorar y demás bastante fuerte. Estuvo así mucho rato, entonces los vecinos llamaron a la policía porque pensaban que teníamos a una persona encerrada —abro mucho los ojos— incluso pensaron que era yo —pongo la boca en forma de o y abro aún más mis ojos— entonces llegaron y al abrir, se encontraron mi casa patas arriba y a mi perro mirando hacia la ventana llorando. Desde entonces, mis padres decidieron que cuando mi perro muriese no tendríamos ninguno más. Y así ha sido.
—¿Hace mucho que el perro no está con vosotros?
—Pues —se queda pensativa— 2 años más o menos que murió por un tumor.
—Joder, lo siento. Sé lo que es vivir eso.
—Imagino, has tenido muchas mascotas a lo largo de tu vida. Al final las mascotas son o como hijos o como hermanos. Yo a mi perro lo consideraba como mi hermano mayor, de verdad.
—Como un hermano mayor —río levemente y veo que se sonroja, mientras frunce el ceño con cierta molestia— perdón, es la primera vez que escucho algo así.
—Da igual.

Continúa comiendo, a su rollo, así que la imito mientras la miro. No sé qué tendrá ___ pero no puedo evitar querer saber más de ella, ¿qué me está pasando?

—Y ___, tú no abristes la boca cuando fue el evento —me mira— y me gustaría que respondieras ahora, ¿qué te gustaría estudiar?
—En principio Trabajo Social, un grado seguramente...pero aún no lo tengo bien decidido. Estoy entre eso y magisterio.
—¿Trabajo social? -pregunto con curiosidad.
—Sí, básicamente para trabajar en asuntos sociales.
—Suena interesante. Y dime, ¿por qué te gusta eso?
—He conocido a muchas personas con problemas de integración, económicos, familiares y demás. Me daba mucha rabia, quería arreglar todo y poder ayudar, así que me informé y decidí que iría directamente a esa formación. Pero claro, de pequeña siempre soñé con ser profesora de primaria y desde esa posición también podría ayudar, aunque en menor medida, y estoy aún que no sé qué hacer.
—Es un gran gesto de tu parte, ___. Se necesitan personas en el mundo que aún tengan corazón y pretendan mejorar este podrido mundo. Te apoyo totalmente en esto, enserio.
—Muchísimas gracias Reb. Aún lo tengo que pensar mejor pero realmente lo agradezco. Puede que me ayude a tomar mejor la decisión tus palabras.
—Hazle caso a tu corazón, no a mí eh.
—Ya lo sé, es sólo por si necesito un empujón.
—Vale —ruedo los ojos y reímos— te vi muy ilusionada cuando los demás hablaban de sus planes.
—Me encanta escuchar a las personas contar sus metas, sus experiencias y cosas del estilo. El ver que sienten esa confianza de compartir ese trocito de sus pensamientos, no sé, me gusta. Me pasa desde que tengo uso de razón —ríe.
—Entonces cuando yo me abro un poco y cuento algunas cosas, te gusta.
—Pues sí —se sonroja— valoro mucho, bueno valoramos, que sientas esa confianza y seguridad de poder contarlo. Sé que te reservas mucho por culpa de los NPC's. Por eso también te damos las gracias y tenemos esas tontas peleas de quién debe agradecer a quién.
—Siempre os diré que no debéis agradecerme nada, porque es así, pero admito que me gusta chincharos.
—Luego te quejarás de que te trolleamos, con eso que me acabas de decir acabas de perder todo el derecho a devolvernosla.
—Ja ja, claro señorita —bebo de mi Coca Cola y me termino la hamburguesa.
—Hombre, con lo que acabas de decir...
—Cada que me trolleeis, os la devolveré queráis o no. Hay que pensar antes de actuar, ¿vale?
—Ya ya claro —se termina su hamburguesa también— y Reb, sin profundizar, lo que tú estudiastes ¿llegastes a trabajar de ello o no hubo suerte?
—Sí, por suerte sí. Trabajé durante años en oficinas de lo que estudié, que no es poco precisamente. También es cierto que estudié lo que vi que más salida tenía en su momento.
—¿Y no te gustaría estudiar algo más?
—¿Ponerme ahora a empollar? Que va, ni loco. Yo ya estudié en su momento y ya está, no más.
—Has dicho que estudiastes lo que más salida tenía...¿entonces no fue lo que realmente deseabas? Imagino que tendrías el sueño de, por ejemplo, ser piloto de avión —pregunta con delicadeza y cierto temor, sonrío para calmarla.
—Nunca he sabido, ni a día de hoy, que es lo que realmente quiero ser de mayor. De niño no tenía ni idea, y ahora con la edad que tengo, tampoco. Esto de Twitch está muy bien, hago cosas que me gustan así que me es suficiente. Y cuando acabe, pues de vuelta a la oficina que estaba muy bien allí también.
—Imagino...en verdad tuvo que ser algo estresante no saber el qué, porque tenías que elegir porqué lado continuar.
—En su momento lo fue, más que nada por presiones de terceros. Pero tras investigar y demás, elegí lo que elegí y aquí estoy. Mi anterior trabajo que permitió viajar mucho, conocer mundo y culturas. Decidí quedarme aquí, en España, y tener unos años de estabilidad, cuando llegó lo de Twitch. Estoy orgulloso de haber tomado esas decisiones. De verdad.

Ella me sonríe, con felicidad y ternura, se termina el resto de su comida y vuelve a mirarme.

—Lo importante, lo más importante, es lo que todo esto te haga sentir. Si el seguir en Twitch es lo que realmente te hace feliz, no lo dejes ir. Hay tiempo para volver a su silla y tú fotocopiadora.

Reímos, cogemos las bandejas y echamos los restos a la papelera. Vamos a salirnos, cuando me enseña su ticket y me señala que debe pedir su helado, así que la espero cerca de la puerta.

Me transmite mucha confianza, sinceridad y madurez, no sé pero algo me dice que es bueno esto que estoy haciendo. El estar acercándome más, dejar que me pregunté, que me cuente sus propias vivencias y ría.

Llega hasta mí con su helado, que me ofrece aunque lo niego. Salimos del establecimiento y nos paramos, nos miramos y sonríe.